Las historias de los grandes siempre tienen un lugar más para sumar eslabones a la cadena de éxitos. El francés Sébastien Loeb puede decirlo, luego de ganar el Rally de Montecarlo, en su regreso al Mundial.
Con casi 48 años (los cumplirá el 26 de febrero), “Seb” se dio el gusto del más feliz de los retornos. La victoria que consiguió representa también la primera como navegante para Isabelle Galmiche. Loeb sumó su triunfo N°80 en el Mundial y el octavo en Montecarlo. Además, es el primer ganador en la nueva era híbrida de la categoría con un Ford Puma del M-Sport y, por consiguiente, es su primera en un auto que no es de la marca Citroën. Un dato más: logró su triunfo sin casi haber probado la máquina. Un monstruo.
Vale recordar que Loeb, hasta hace algunos días, estuvo disputando el Rally Dakar. Y que finalizó segundo en la clasificación general, con un Hunter.
Loeb sostuvo una batalla ante su compatriota Sébastien Ogier, que duró hasta los últimos metros. La ventaja entre los dos fue de apenas 10”5”.
El vencedor tuvo, además, a la fortuna de su lado. Esto porque Ogier sufrió una pinchadura de neumático en su Toyota Yaris en la etapa 16, que lo relegó. Cuando eso sucedió, era el puntero. Antes, había sufrido una penalización de 10 segundos por una partida en falso.
El irlandés Craig Breen, con otro Ford Puma, ocupó el tercer lugar.
La próxima fecha del campeonato se hará en Suecia, el 27 de febrero.