“Después de siete meses de pasar el momento más comprometido de su vida, mi amigo José Luis Cadiñanos se volvió a subir a un auto de carreras. Aplausos por favor”. Miguel Reginato mostró su alegría por un gesto que, no sólo él, sino también sus hijos Andrés y Miguel (h) tuvieron con el navegante concepcionense. En el circuito Los Peraltes, en la mañana del martes y hasta pasado el mediodía, lo invitaron a subirse al Mitsubishi Lancer que “Miguelito” manejará el fin de semana, cuando se reanude el Campeonato Argentino.
“Yo había viajado a San Miguel para hacerme un centellograma por el cáncer que me detectaron y que llevó a que me extirpen la mitad del pulmón. Y después de eso decidí ir al negocio de los Reginato. Ellos estaban a punto de salir a probar el auto. Insistieron diciéndome que vaya con ellos. Y fui”, contó José Luis, con la emoción y la adrenalina a flor de piel. “Me sentí muy feliz y bien en lo físico, pero quedé agitado, supongo que de la emoción”, agregó.
Cadiñanos se subió con Miguel (h) en el coche. “Él no pudo acelerar mucho el Mitsubishi en su momento, así armaron esta prueba. Me pidieron que me suba para que les diga cómo lo veía. Le di mucha soga, anduvo mucho, me gustó cómo lo hizo. Además de acompañarlo, ayudé en lo que pude en otras cosas, como calibrar neumáticos y acomodar butacas”, aseguró.
“Estamos todos muy contentos por lo vivido, sabemos que esto le hará bien a él. Progresó mucho en lo anímico en las pasadas semanas. Nuestra idea es acompañarlo en todo lo que podamos en este difícil trance”, afirmó Miguel sobre esta experiencia de José Luis.
“Lo lindo es que haya vuelto a la actividad. Y más por haberlo hecho con los Reginato, que son como mi segunda familia”, concluyó Cadiñanos.