Con el nuevo paso de la F1 Super Boat por Tucumán, Esteban Simonetto pudo debutar en la categoría. No fue el esperado, pero sirvió para que conozca desde adentro a la categoría y saque conclusiones pensando en el futuro.
Hablamos con el piloto en Motorplus Radio, y nos contó sobre la experiencia.
-¿Podés describir lo vivido?
-Sí, gracias a Dios se dio. Ya había pasado mucho tiempo y estaba un poco desmotivado. Hubo cosas buenas y no tan buenas. La lancha llegó el viernes anterior a la carrera y no tuve posibilidad de probarla. El sábado en los entrenamientos y clasificación apareció una falla y no andaba al ciento por ciento, y a veces no andaba nada. Por la noche trabajamos con Fernando Degiamma, a quien agradezco. Desarmamos todo lo que podíamos, pero no encontramos nada. El domingo en el entrenamiento se le fue la falla. En las series hice una largada tranquila, para mí era todo aprendizaje, me acomodé en el pelotón y empecé e avanzar, pude pasar a quien estaba cuarto y cuando estaba llegando al tercero, volvió la falla. Entré a la Marina (es como los boxes en el automovilismo), la revisaron, pero en la serie siguiente no mejoró. Decidí abandonar y me quedaba sin correr. Ahí me ofrecieron correr con otra lancha, ya que el piloto de ella se había ido. Dije que sí por las ganas de correr, pero por mi poca experiencia no me di cuenta que esa lancha no tenía un amortiguador que contrarresta el torque de la hélice que tira muy fuerte. Largue la final y venía bien, cuando en la cuarta vuelta en el cambio de boya, se enganchó el bote. Me sacó la mano del volante y casi me luxo el hombro. Di un par de vueltas más, pero el dolor era muy grande así que decidí abandonar.
-Estás siempre ligado por radio a un asistente, ¿qué función tiene?
-Dentro del habitáculo no se ve mucho, él me avisaba cómo estaba ubicado, si tenés alguna lancha cerca y de que lado, si hay algún accidente. Te va diciendo cómo se va desarrollando la carrera.
-¿Qué diferencia tiene con los autos?
-Es totalmente distinto, aquí no podés ir detrás de otra lancha, porque por las olas perdés tracción. Tenés que ir fuera de su trayectoria, al contrario de lo que es en auto, en el que es mejor ir cerca del de adelante para ganar tiempo.
-¿Hiciste muchas cosas en el deporte antes de las lanchas?
-Sí, pero por lo general se fueron dando. Diría, lo hice sin buscarlo y ahora estoy haciendo esto, lo que trataré de hacer de la mejor forma posible, como todo lo que hice en mi vida. Ahora quedó la lancha en Tucumán, en la cual podré trabajar y entrenarme en lo físico para llegar lo mejor posible a la próxima carrera, que será en marzo del año que viene en Las Termas.
-¿En las lanchas es complicado probar?
-Sí, es muy peligroso, si tenés un accidente y no tenés a alguien que te asista. Hay que montar una estructura de seguridad importante, no es como el karting, en el que hacés un trompo y salís solo. Aquí te das vuelta y no tenés opciones, alguien te tiene que sacar.
-Seguro se pasó tu papá por la cabeza, qué corrió en lanchas en el mismo lugar…
-Obvio, mi viejo fue campeón un par de años en una época en la cual la competencia en lanchas era muy importante en Tucumán. Accedí a probar en honor a Enzo, no tengas dudas que va por ahí.
-¿Cuál es el objetivo?
-No me pongo objetivos, por ahora decidí seguir. Todos saben cómo soy, cuando emprendo algo, trato de hacerlo de la mejor manera. Voy a tratar de completar las carreras y hacer experiencia e ir mejorando. A medida que conozca este deporte, lo voy a lograr.