Pasó la motonáutica por Tucuman y, en esta oportunidad, sirvió entre otras cosas para que Esteban Simonetto, el ex piloto de karting, se suba a una lancha. Hablamos en él en Motorplus Radio y nos dejó sus impresiones.
– ¿Cómo fue eso de volverse a poner el buzo antiflama?
– Fue accidentalmente. Soy amigo de muchos de los que corren en la categoría que vino a Tucumán. Lo hice por medio de Fernando Degiamma, que fue el ganador, del cual soy sponsor; le doy una mano con los lubricantes. Me preguntó si me quería sumar a la categoría, a la cual le están haciendo falta pilotos. El viernes anterior a la carrera me propusieron probar un bote, pero no se dio. El sábado uno de los pilotos no pudo llegar a la carrera y me ofrecieron correr ese bote. Lo hice, pero la lancha tenía una falla. Intentaron sacársela, pero no se pudo, así que sólo pude dar un par de vueltas. Con eso, no puedo decir si es lindo o feo. Para saber si me gusta tengo que andar más tiempo.
– ¿Tiene algo que ver con el kart?
– Nada. En estos botes vas encerrado, con el cinturón, el oxígeno al lado por si se da vuelta la lancha.
– ¿Hay posibilidades en el futuro para hacer unas pruebas más largas?
– Sí, en unos días van a volver para que Ricardo García, que tiene intenciones de sumarse a la categoría, pruebe un bote. Por ahí me prendo también en las pruebas. Tienen ganas de que cuando se corra algún día en Las Termas podamos estar corriendo, pero concreto no hay nada.
– Lo poco que pudiste andar, ¿qué sensaciones tuviste?
– Es raro, porque no lo había hecho nunca antes. Cuando subí por primera vez al kart ya había hecho algo de indoor. Aquí nada, mirá que tengo lanchas de toda la vida, pero es abierta, casco en V. Esto es un catamarán, es muy distinto.
– ¿Y mirando desde afuera qué es lo que ves?
– Es muy diferente de lo que yo hacía. Mirando desde afuera hoy digo no. Es algo más amateur, sin desmerecer, es una categoría que ellos están armando y para que sea más competitiva, requieren gente que tenga un compromiso.
– Pero, ¿queda pendiente la prueba?
– Sí, cuando vengan para la prueba de Ricardo, van atraer también una lancha para que yo también pruebe. La idea es que por lo menos alguna carrera que se haga en Las Termas la pueda hacer para sacarme las ganas de correr en lancha. Estoy en una etapa de mi vida en la que tengo más responsabilidades y otras prioridades. Tendría que analizar muchas cosas.
– ¿En lo estructural, es muy distinto?
– Sí, cuando corría en kart podía viajar solo, aquí hace falta mover mucha gente. Y si tengo que hacer una inversión en plata, tengo que poner muchas cosas en la balanza. Esta es una categoría en la que se dan muy pocas vueltas por fin de semana. Yo me acostumbré al karting donde se giraba y disfrutaba mucho. Si tendría que elegir me quedo con el karting toda la vida.
– ¿Qué sentiste al ponerte el buzo anti flama?
– Me dijeron que tenia que ponerme un buzo. Desde la época de los karts que no abría los bolsos, tuve que ver cuál me entraba, porque desde que dejé de correr subí un par de kilos y me di con que uno de los cascos que tenía para correr no estaba. Me puse a averiguar y me dí con que lo tenía el equipo de karting, así que lo voy a tener que ir a buscar.
– Quedamos a la espera de esas pruebas…
– Sí, cuando se realicen les aviso para que vean de qué se trata. Hoy no estamos acostumbrados en Tucumán. Si bien en la época que corría mi “viejo” la motonáutica era muy importante, ya se terminó hace muchos años. Es algo diferente, pero no viene con continuidad. Veremos si después de esas pruebas empieza la categoría.