Debutó en el automovilismo allá por 2005, con 17 años, en el rally y en la categoría Autocross. Esa vez ganó el campeonato. Desde ese momento, el pensamiento de todos y viendo el manejo de ese “pequeñín”, vaticinaban muchos títulos en su horizonte. Pero no fue así: ganó varios del NOA, obtuvo muchos subcampeonatos tucumanos, del NOA y argentinos, pero la ansiada corona en Tucumán no llegaba.
“A mi primer título lo gané con un autocross que mi papá le alquilaba a Cristian Almonte, quien se pasó a una categoría más grande. Gané varias carreras y el campeonato. Desde ese momento decidimos seguir ligados al automovilismo. Peleé varios torneos con pilotos muy buenos como Rubén Posse en la clase A6 y los Reginato en la A7. De ellos fui segundo en 2006 y 2007, respectivamente. En 2007 y 2009 pude ganar los campeonatos del NOA en la clase A6. Recuerdo lo de 2011, cuando perdí el título con ‘Manolo’ Sánchez por sólo 0,25 puntos. Venía ganando y tuve un ‘problemita” que me dejó segundo”, contó “Pablito”,
En una época se decidió y comenzó a correr el Campeonato Argentino, en el que fue subcampeón en la clase RC5, primero corriendo con un Renault Clio, detrás de Mauro Debasa en 2018. Luego, en 2019, con un Ford Ka, detrás de Adrián Sánchez.
Al respecto recordó: “Fue una hermosa época, pudimos pelear varios campeonatos, pero siempre rompíamos algo y nos quedábamos con las ganas”.
2023 será para Pablo un año inolvidable: logró su primer campeonato tucumano y nada menos que con el VW Senda que había comprado en 2006 y que había dejado de lado por otros proyectos.
“En 2006 fui a comprarle un Fiat 128 a Pablo Quinteros y me dieron el dato de este Senda, así que nos fuimos a Carlos Paz y lo trajimos. Corrimos varios años y lo dejamos de lado por dar el salto a otras categorías. El año pasado comenzaron a preguntarme por qué no lo rescatábamos y por eso decidimos hacerlo. Lo armamos de cero y lo pintamos como era originalmente, gris y azul. Por suerte quedó bien y qué mejor ganar el campeonato con ese auto“, apuntó.
La historia de Pablo es muy larga, se necesitarían varios párrafos para contarla, pero hicimos un resumen para que tengan una idea de lo mucho que consiguió en piloto de Concepción.
Ya con la conquista de la clase A1 en el bolsillo, es momento de hablar de este campeonato tucumano…
“Es un desahogo ante todo, es el trabajo de muchos años. Varias veces lo peleamos, pero siempre faltaba una ‘cuotita’ de algo. Este año decidimos hacer el campeonato completo, comenzamos el año pasado armando el Senda por eso corrimos las primeras con un RC5. Por suerte lo pudimos terminar para la última carrera y fue muy gratificante ganar con mi primer auto y con Pablo González, que es mi navegante desde hace mucho tiempo y que también ganó su primer título. Ya en el rally de Lules, en la carrera del sábado, tuvimos un problema con el carburador, por suerte llegamos al final. El domingo también tuvimos problemas, y en un momento pensamos que nos quedábamos afuera. Pero el auto aguantó y pudimos llegar al final y festejar el campeonato”.
La alegría de Pablo, su familia y todos sus seguidores se vio reflejado en los festejos en el podio, donde el piloto estaba más contento que nunca. Y no era para menos, con una corona que por fin pudo ponerse en su cabeza.