Cuando uno dice “una vida en el automovilismo” se imagina a un pequeño que, cuando empieza a tener uso de razón, se vuelca por el deporte de los fierros. En el caso de los hermanos Lorenzo y Bautista Daz, eso se cumplió, pero ya antes de nacer.
Usted dirá cómo. Se lo contamos.
Papá Mario Daz fue un fanático del automovilismo desde siempre. Su padre fue dirigente en Jujuy del deporte motor. Ya en Tucumán, conoció a Lucas Mohamed, de quien fue su sponsor y con quien nació una amistad. También tuvo su paso por el karting con algunas carreras.
Mamá Verónica se tuvo que bancar -ya cuando Lorenzo estaba en su panza- sentarse a ver carreras de autos y tratar de que los ruidos le lleguen. Así fue y seguro que le llegaron. Por si esto no fuera suficiente para asegurarse que le gustarían los fierros, el 5 de marzo de 2007, el mismo día que nació Lorenzo, a Mario lo mandaron a cortarle el pelo, aprovechó y pasó por el taller de Lucas y por primera vez lo sentó en la butaca del VW Gol de Turismo Nacional. Así comenzaron y hasta el día de hoy siempre estuvieron ligados al deporte. Primero fue siguiendo a Lucas a donde corría. Lógicamente ahí nació la admiración que siente Lorenzo, no sólo por el piloto de Yerba Buena, sino también por “Lito” Mohamed. En cada carrera era muy común ver a Lorenzo ya con su bucito antiflama mezclado en los boxes donde estaba el Gol de Lucas.
Hasta que llegó el momento de pasar de ser espectador a piloto y eso ocurrió en octubre de 2013 cuando hizo su debut en el karting, en una carrera de la categoría Rotax Grand National cuando visitó Tucumán. Después de algunas carreras comenzó a competir en la categoría Rotax Bonaerense, la más importante del país, en la cual pasó por todas las categorías, ganando y peleando campeonatos en cada una de ellas. También tuvo su paso por el Sudamericano de la categoría: fue cuarto en Chile y tercero cuando el campeonato se hizo en Buenos Aires. Con todos esos logros podemos decir que Lorenzo está entre los mejores kartistas del país, con un gran futuro en el automovilismo.
El 6 de enero de 2010 nació Bautista, que siguió los pasos de su hermano. También se sentó recién nacido en el Gol de Mohamed. Luego, y cuando todavía no podía subir a un kart de carrera, era el ayudante de su hermano en cada una de sus tareas antes de salir a pista. Hasta que le llegó el momento de ser piloto y eso ocurrió en julio de 2015: con cinco años debuta en una carrera en Salta. En 2016, a los seis años, debutó en la categoría Micro de Rotax Grand National y esa misma temporada también debuta en la Rotax BA, siendo el más pequeño de la categoría. Por edad, estuvo en esa categoría varios años: en ella ganó y fue protagonista. En esa categoría fue subcampeón sudamericano en Chile. Este año debutó con un triunfo en la categoría Mini. Esto demuestra que también tiene una buena posición en el país.
Lo que hicieron los Daz, papá Mario, Lorenzo y Bautista, es algo increíble. Son inseparables y cada fin de semana de carrera los tres ponen todo para poder sacar los mejores resultados. Hoy podemos decir que, con su corta edad, consiguieron resultados nunca antes logrados por pilotos tucumanos.
Entre los tres encaran largos viajes, lo que significa sacrificio económico. Además, eso insume tiempo, de trabajo para Mario y de escuela para los hermanos. El sacrificio también están en los entrenamientos físicos, para llegar a bien a cada carrera y no desentonar por las pocas pruebas en los karts.
Por supuesto, siempre con el apoyo de mamá Verónica y la hermanita Rosario, quienes apoyan en todo al trío.
En una de las últimas charlas que tuvimos con los Daz hablamos del futuro, que todavía no está definido. Hay que poner muchas cosas en la balanza. Lo primero es lo económico y de ahí hay que pensar en lo deportivo. Para Bautista lo seguro es el karting, pero Lorenzo, ya por su edad tiene más posibilidades: el karting es seguro, el anhelo está en saber si se puede subir a un auto. Eso el tiempo lo dirá.
¿Se entiende ahora por qué decimos una vida con el automovilismo?
Para terminar la nota, hablamos con Lucas Mohamed, quien nos dejó su comentario de lo que es su relación con los Daz.
“Mi amistad con Mario nació cuando él fue mi sponsor. Se acercó mucho al equipo y compartimos lindos momentos. Después vinieron sus hijos, a los que vi nacer. Fue muy lindo cuando Mario apareció por el taller cuando los dos eran recién nacidos y los vi crecer, y lo mejor es crecer en el automovilismo. Veo el esfuerzo que hacen para estar compitiendo a un nivel muy alto como en el que ellos están. Por supuesto que detrás está el esfuerzo de los padres, porque sino ellos no lo podrían hacer. Recuerdo que el día del bautismo de Lorenzo le regalé un bucito antiflama y con ese lo bautizaron. Es increíble la pasión que Mario les inculcó a sus hijos ya desde antes de nacer. Lo gracioso es que Mario me quiere echar la culpa a mí de que yo les inculqué el automovilismo a los chicos. Los dos andan muy bien, siempre estoy viendo las carreras y tenemos una buena conexión. Les deseo lo mejor para su futuro. Repito, sé del esfuerzo que hacen y se merecen lo mejor”.
