Fue un año con distintos matices para Lorenzo y Bautista Daz, pero a la hora de sacar conclusiones el saldo es positivo. Primero, porque integrar un equipo oficial Tony, como es el Acosta Racing en la categoría Junior de Rotax Buenos Aires no es fácil. Ellos lo consiguieron y la experiencia fue muy buena. Se trata de un team con buenos pilotos, en el que la vara de la competitividad está muy alta. En él, los chicos tucumanos no desentonaron. Lorenzo porque demostró que está en el mejor nivel del karting del país, ganando y perdiendo con los mejores. Y Bautista porque que con sus 12 años debutó en la mejor categoría que hoy tiene Rotax, sin desentonar y mostrando su crecimiento, culminando con un tercer puesto en la gran final que se corrió en Formosa, lo que selló su progreso.
Siempre cuando se encara un campeonato Rotax la idea es conseguir un cupo para el mundial, lo que es muy difícil, teniendo en cuenta la cantidad de pilotos (y no sólo del país) que llegan con posibilidad. Lorenzo estuvo muy cerca de lograrlo, peleó hasta la última vuelta de la tercera carrera de la gran final, en la que no lo pudo lograr, solo por esas cosas de las definiciones, pero estuvo cerca. Y eso no es poco, por lo que más allá de la amargura por no conseguirlo, le quedó la satisfacción de haber cumplido y demostrado que está para grandes resultados. El nivel en la categoría Senior es muy alto y ya no sólo se compite en pista, sino que también fuera del circuito. Y se lo hace en lo físico, en lo mental, en lo económico, en la telemetría. Todos son factores importantes que hay que tener para estar en lo más alto. Lorenzo tiene excelentes atributos, por lo cual se ganó el respeto de toda la categoría.
Por el lado de Bautista, el salto que le tocó dar este año fue gigante y no desentonó. Entró en una categoría en la cual, como dijimos, el nivel es alto. Y cuando se corre en la mitad del pelotón es más difícil todavía. Él lo hizo, con su corta edad y con rivales que tienen ya algunas temporadas encima y más experiencia. Bautista se adaptó a esas luchas y le tocó también conseguir resultados buenos y otros no tanto, terminando con el tercer puesto en la gran final, que fue la coronación de un gran año. Lo que vvió es para mirar el futuro con gran optimismo: es sólo cuestión de tiempo para que se meta en la lucha por las carreras.
Mención aparte para papá Mario, que le pone el corazón, sacando fuerzas y recursos de donde sea para poder hacer posible que sus hijos estén a ese nivel. Y, por supuesto, es fundamental el apoyo de mamá Verónica y de la hermanita, Rosario.
Los Daz ya trabajan en su futuro, en el cual hay importantes novedades, las que les contaremos en los próximos días.