Javier Rivero se dio el gusto de subirse a un auto de carreras

“Desde chico que me gustan los autos de carrera, pero nunca tuve la posibilidad de hacer algo en serio. Tengo un gran amigo que es ‘Nacho’ Vaira, que fue el que me guió para poder hacer el debut. La verdad es que él hizo todo. Me presentó a Pablo Turbay, que tenía el auto y me dije ‘por qué no’, y me animé”. Así comenzó la charla con Javier Rivero, que desde el domingo pasado es piloto de autos de carreras.

Tiene 24 años, estudia, trabaja y además es un influencer en las redes sociales.

-¿Tenés antecedentes con los motores en la familia?

-No, soy el primero de la familia al que le gusta este deporte.

-¿De dónde sos?

-Soy nacido en la Banda del Río Salí.

-¿Qué hiciste antes de los autos?

-De andar rápido te puedo decir que tuve una cupé Hyundai con la que hice varios Track Day, en algunos autódromos. También hice algo de enduro, pero después me gustó más el motocross. Estuve algunos años corriendo en distintos campeonatos, con muy buenos resultados, me gusta mucho. Antes de la pandemia compré una moto e intenté hacer algo de Superbike, pero sólo quedó en pruebas. Cuando pasó la pandemia mi moto de cross estaba rota y no estaba haciendo nada, eso ayudó. Cuando surgió esta posibilidad me decidí por hacer lo del TP 1.400.

-Hiciste Track Day o sea que sabés lo que es andar rápido en auto…

-Sí, pero te diría que no tiene nada que ver, la sensación de estar arriba de un verdadero auto de carrera es indescriptible: los frenajes, la velocidad de curva, es distinto, realmente me encantó.

-¿Cómo fue la primera salida a pista?

-La verdad es que al principio sentí claustrofobia, es raro, porque sólo podía mover pies, manos y ojos, porque vas muy apretado con el cinturón. No voy a mentir: en las primeras vueltas sentí algo de miedo, pero no me molesta, porque después al miedo lo podés construir en algo más y me dije ‘todos están igual que yo’. Las primeras vueltas fueron para saber dónde estaba metido, pero a medida que fui girando me fui soltando y me gustó mucho más. Siempre fui bajando mis tiempos, que era el objetivo.

-¿Y cómo fue largar con varios autos a la par?

-En la serie me dormí, porque no sabía bien cómo era, me engrillé y en un par de segundos largaron, ni el cambio había metido. Ya en la final estaba más ducho y largué bien, pero no me quise enredar en el pelotón. En la primera curva se dan con todo, seguro que en la próxima voy a hacerlo distinto. Después me enredé con un piloto y cuando lo intenté pasar llegué pasado a una curva, el auto mordió el pasto y me fui afuera. Lo mas gracioso es que como había rebotado mucho, le corté el contacto rápido, pensando en que se podría prender fuego. Es que pensé que se había roto algo y no me animé a seguir. Después el equipo me mostró que el auto no tenía nada. Son enseñanzas que voy a poner en práctica en la próxima.

-¿Cómo fue la experiencia con el equipo?

-Los chicos del equipo son excelentes personas. Pablo Turbay me dio mucho apoyo y me indicó cómo hacer todo, desde sentarme en el auto hasta cómo encarar las curvas. Y por supuesto a “Nachito” Vaira: si no fuera por él, yo no lo hubiese hecho.

-¿Y qué hay para futuro?

-Vamos a ver qué nos depara el futuro. La idea es seguir, es muy costoso y va a depender del presupuesto que pueda conseguir, pero me gustó mucho y quiero seguir.

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