Lo buscó y lo encontró. Por supuesto, no sin tener que trabajar muchísimo. A veces, no se le dio por distintas circunstancias. Pero por fin este 2021 quedará marcado a fuego en la vida de Gerónimo Padilla como el año en el que se coronó campeón argentino de la clase RC2B.
Hablamos con el campeón para que nos cuente cómo consiguió el campeonato.
– ¿Costó bastante?
-Sí, fue durísimo, lo veníamos buscando desde hace muchos años. Se nos negó en 2017 y 2018, cuando pintamos el dos en los laterales del auto. Pero ahora se dio.
–¿Fue un campeonato que tuvo fases muy marcadas?
-Sí. Comenzamos en la fecha doble que abría el campeonato. Fui tercero y primero, quedé adelante en el campeonato, lo que pude mantener todo el año. Cuando volvimos de la pandemia se complicó. En Córdoba se rompió un spindel, en Bañado de Ovanta cometí un error y perdí por cuatro o cinco segundos, cuando llevaba una ventaja grande. Después la revancha fue en Tucumán, donde venía ganando cómodo y rompí una goma. Irónicamente fue en la única fecha que no hice podio y fue mi descarte para el campeonato. Después, manteniendo la calma ante la presión, conseguimos buenos resultados y manejamos la diferencia, lo que nos llevó al título. Catamarca fue clave, porque al final tuvimos que poner todo para ganar y lo hicimos. Fue lo que nos permitió ir a la última a definir con puntos de ventaja.
–¿Cómo fue la última carrera?
-Durísima. La idea era salir a atacar y obligar a “Nico” (Díaz) a que haga un gasto importante, porque tenía que terminar delante de nosotros, pero en la primera prueba se complicó. Empecé a perder pedal de freno porque se había roto un caliper, por lo que tuvimos que anular una rueda, para poder mantener freno. Eso ya te cambia un poco la cabeza. Encima en una carrera donde de sexta a fondo pasás a primera en una curva, tratamos de no hacer alguna macana. Eso también nos perjudicó en la segunda pasada, porque con ese problema no pudimos pulir la hoja. Pero fuimos con calma, quedamos terceros y él estaba segundo y con ese resultado nos alcanzaba.
–¿Sos consciente de que desde que empezó la era 4×4 en 1997 sos el octavo campeón
-No, la verdad que no, hay muchos nombres que yo tenia como campeones y no lo fueron. Pero hay que tener en cuenta que los campeonatos dependen de muchas circunstancias. Me acuerdo de pilotos que habían dominado todo el año y no fueron campeones. Se tienen que dar muchas cosas: Con ese dato me siento privilegiado.
–¿Te diste cuenta lo que conseguiste?
-A medida que pasan los días me voy dando cuenta, sobre todo pensando en lo que pasamos para ganarlo. Sólo un grupo de gente que está a tu lado sabe los sacrificios que hicimos.
–¿Qué cambió en vos desde el debut en 2006 hasta ahora?
-Vas aprendiendo de los errores, eso te lo da la experiencia propia por lo que vas pasando. En 2016, cuando gané la Copa Maxi Rally Turbo, ya estaba cambiando y por eso peleé los campeonatos siguientes. Pero desde hace un año comencé con una psicóloga, que ordenó mucho mi cabeza y me enseñó a manejar la ansiedad y los momentos difíciles.
-Cuando viste que “Nico” tenía problemas, me dijiste, seguí “a pata” y disfrutando ¿qué te pasó por la cabeza?
-Se me vino a la cabeza mucha gente que estuvo a mi lado desde el comienzo, como Mario García, que era amigo de mi viejo y me armó el primer auto de fórmula. También el “Chivo” Valero. Son grandes amigos que me dio el automovilismo y mucha gente más, que me hubiese gustado que esté. Es muy difícil de describir la sensación cuando salís campeón.
–¿Y la familia?
-Es mi mayor soporte, con mi viejo a la cabeza, mis hermanos, mi mamá, mi señora y mis hijos. Ellos sufren con uno, pero apoyan incondicionalmente.
-Te sacaste una mochila, ¿y ahora qué?
-Ahora a trabajar mucho más, creo que fue difícil llegar, pero será más difícil mantenerse. Pero siempre de la misma manera, con mucha humildad y sacrificio. Soy una persona con el perfil bajo al igual que la gente que me rodea. La gente del equipo también mantuvo la forma, para ellos fue un desahogo grande puesto que no salían campeones desde 2005 con Marcos Ligato. Recién pasaron pocos días y, más allá de disfrutar, ya estamos pensando en el año que viene.
–¿Qué hay para el año que viene?
-Los “Bara” son incansables y ya están a full con el proyecto del año que viene, serán sólo unos cuantos días de vacaciones. Mario está trabajando junto con Fernando Mussano en un proyecto para ver si me puedo subir a un R5, no está definido. Mantuvimos algunas reuniones y si se dan algunas cosas lo haremos, sino seguiré con el Polo en la RC2B.
A disfrutar ahora…
-Seguro. Quiero agradecer a toda la gente, recibí muchísimos mensajes felicitándome, creo que les contesté a todos. Si me olvidé de alguien, que me disculpe. Y quiero desear unas felices fiestas a todos y que sigamos cuidándonos para salir rápido de esto tan feo que nos pasó y está pasando. A todos, un buen 2022.