Falleció Frank Williams, el hacedor del exitoso equipo de F-1

Fue un ícono de los propietarios de equipos de la F-1. Aunque para los fanáticos argentinos, fue el gestor del título trunco para Carlos Reutemann, en 1981. Este domingo 28 de noviembre falleció a los 79 años Frank Williams, una figura ineludible de la “máxima” desde los años 70.

Williams dirigió el equipo desde 1975 hasta 2018, cuando primero dejó su puesto a su hija Claire. Con el tiempo,  esta la cedió al fideicomiso Dorilton Capital, que hoy tiene el control accionario.

Entre 1979 y 1997, bajo la dirección técnica de Patrick Head, Williams se consolidó como uno de los equipos más fuertes junto a Ferrari, Brabham, Renault, McLaren, Ligier y Lotus. En ese lapso, logró siete títulos de pilotos (Alan Jones 1980, Keke Rosberg 1982, Nelson Piquet 1987, Nigel Mansell 1992, Alain Prost 1993, Damon Hill 1996 y Jacques Villeneuve 1997). Y en Constructores obtuvo nueve (1980/81/86/87/92/93/94/96/97).

Desde 1986, sir Williams se trasladaba en una silla de ruedas. Regresaba de unas pruebas del auto de F-1 en Paul Ricard (Francia), en compañía del periodista Peter Windsor. Sufrieron un accidente con vuelco camino al aeropuerto de Marsella y Williams se apresuró para abandonar el auto; aflojó su cinturón y cayó, provocándose serias lesiones en la espalda.

Además de un gran estratega, se lo recodará como un hábil ejecutivo y empresario. Su equipo es el tercero con más éxitos en la historia de la máxima categoría del automovilismo deportivo.

En cuanto a especial relación que tuvo el británico con Reutemann, vale decir que el santafesino estuvo en Williams entre 1980 y 1982. Se retiró de la F-1 tras perder el campeonato de 1981 en Las Vegas.

El 29 de marzo de aquel año, en el Gran Premio de Brasil, en Río de Janeiro, Williams colocó un cartel con una orden clara: debía dejar pasar a su compañero de equipo, Alan Jones.

En la carrera anterior en Estados Unidos, “Lole” se había dejado superar por Jones aunque luego lo negó ante la prensa, acatando la orden de equipo, que le hizo respetar el contrato que había firmado: había una cláusula que indicaba que para ganar o no cederle la posición a Jones debía superarlo por más de siete segundos.

Reutemann, que había hecho la pole y punteaba con comodidad bajo la lluvia en Jacarepaguá, hizo caso omiso al nuevo cartel que le ponía el equipo británico con el doloroso “JONES-REUT”. La carrera terminó y “Lole” logró la victoria, lo que sería la penúltima de su campaña en la F-1. “Nunca vi ningún cartel. La carrera fue difícil porque llovía todo el tiempo y había que concentrarse en el auto para no cometer el más mínimo error”, dijo Carlos. “Desde hoy, Reutemann es un enemigo más”, retrucó Jones.

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