Fabián Scalora consiguió un título, el de la categoría RC5, que se suma a su dilatada y exitosa carrera deportiva. Pero no fue un campeonato más, sino uno que seguramente será de los más importantes en su vida y no sólo por su logro, sino porque a unos cuantos minutos de su coronación se producía también la primera de su hijo Tadeo en la clase N1.
El domingo fue un día de definiciones y con la calculadora en la mano, Fabián comenzaba el día analizando su situación para conseguir el campeonato. La situación no era fácil y más si pensamos que son carreras de autos. Pero después de la primera prueba especial, a la calculadora ahora la usaba para saber cómo tenía que salir su hijo para ser campeón.
No nos quedan dudas que desde que Tadeo tuvo posibilidades se “terminó” el campeonato RC5 para Fabián. Terminada la última prueba especial, el papá esperó a que llegara Tadeo para comenzar a festejar.
Si nos remitimos solamente a la RC5, desde que comenzó el día, Fabián sólo tenía que terminar la carrera para festejar. Cumplió al pie de la letra, haciendo las tres pruebas con un ritmo estable para no cometer errores. Y lo consiguió.
Terminada la carrera hablamos con Fabián. Pero, por supuesto, ni habló de su campeonato. Le preguntamos cuál de los dos se festeja más, sin dudarlo dijo “el de él, yo cambiaba mis campeonatos, el Riojano y este para que él salga campeón. El último fue el peor tramo de mi vida deportiva, estos 22 kilómetros y esperarlo. Cuando me dijeron que ya había llegado me puse feliz”. ¿Quieren saber qué otras dijo? Escúchenlo y véanlo en el siguiente video…