Manteniendo su abrumador dominio en la temporada, ese que le permitió coronarse campeón de la F-1 con mucha anticipación, el neerlandés Max Verstappen también festejó en el GP de EE.UU., en el Circuito de las Américas de Austin (Texas). Ya el sábado se había adjudicado el Sprint.
El piloto de Red Bull, coronado tricampeón del mundo hace dos semanas en Qatar, logró su quincuagésima victoria, al tiempo que igualó su propio récord de victorias en una misma temporada: quince.
Detrás de Verstappen llegaron los ingleses Lewis Hamilton (Mercedes) y Lando Norris (McLaren). El español Carlos Sainz (Ferrari) acabó cuarto, y el mexicano Sergio Pérez (Red Bull), quinto. Sin embargo, más tarde, la sorpresa: Hamilton y Charles Leclerc (Ferrari) fueron descalificados. Ambos fueron sancionados por no cumplir sus coches con regulaciones técnicas. Así, Sainz pasó a ser 3° y Pérez 4°.
Si bien el neerlandés ganó, su triunfo no fue tan cómodo como ocurrió en pasadas carreras. De hecho, Hamilton terminó a poca distancia. Los problemas en los frenos en su coche le quitaron herramientas para sentirse seguro hasta el final.
Con Verstappen campeón, la lucha por el subcampeonato quedó con Pérez mejor posicionado tras la descalificación de Hamilton.
La próxima carrera, la decimonovena, será el GP de México, previsto para el domingo 29 en el autódromo “Hermanos Rodríguez”.