La escena fue increíble y al mismo tiempo una síntesis de lo que está pasando en la F-1. A falta de dos vueltas para el final del GP de Austria en el Red Bull Ring en Spielberg, por la novena fecha, Max Verstappen ingresó a boxes con su Red Bull. Lideraba cómodamente la carrera, con 23” de ventaja sobre su perseguidor, el monegasco Charles Leclerc (Ferrari). Entonces, el neerlandés habló por radio con su equipo y le dijo que quería ir por el récord de vuelta, que iba a ingresar a cambiar neumáticos. Así se hizo, salió a la pista con unos 3” sobre quien lo perseguía, calentó gomas y encaró el giro final. ¡Y consiguió su objetivo!
Más allá de lo temeraria de la acción, también es cierto que en Red Bull y en Verstappen hay una confianza ciega en el potencial con que cuentan y sus trabajos. Lo sucedido hizo delirar a la muchedumbre ubicada en los distintos sectores del trazado ubicado en los Alpes austríacos. Como no podía ser de otra manera.
Verstappen, que venía de ganar el Sprint del sábado, fue escoltado por Leclerc y por su compañero de equipo, Sergio Pérez, que luego de partir atrás en el pelotón (15°), remontó hasta un puesto de podio.
Antes de todo esto, el neerlandés sólo perdió la posición de privilegio por 10 vueltas en toda la carrera, por un cambio de neumáticos. Leclerc lo superó entonces, aunque el puesto no le duró mucho. Lo demás fue una carrera plana, con escasas emociones. Quizás uno de los mejores momentos fue cuando el español de Ferrari, Carlos Sainz (Jr) luchó con “Checo” por el puesto 3.
Ahora Verstappen lleva una mayor ventaja en el campeonato. Estos son los primeros 10 ubicados:
La próxima carrera carrera se hará el domingo 9, en el circuito de Silverstone: allí se concretará el GP de Gran Bretaña.