Datos y reflexiones a propósito del gran susto

Hubo competencia el fin de semana en Tucumán, después de una larga espera que se remonta a noviembre de 2019. Hubo muchos autos y un buen espectáculo. Pero fue un rally el de Tafí Viejo en el que nos llevamos un susto todos.

El video que se difundió hasta viralizarse en todo el mundo asusta. Pone la piel de gallina. Fue difícil de asimilar, sin ninguna duda.

Los que están en la organización de una competencia saben muy bien que hacer un rally no es nada fácil. El automovilismo es riesgoso, más en las carreras que se hacen en ruta. Pasa en el Dakar, por ejemplo, o en los rallies de todo el mundo.

También es conocido que es difícil controlar a la gente. En este caso, más. Pasaron los autos de seguridad, que son tres; cada uno sale con un tiempo prudencial, para acomodar lo que está fuera de lugar. En este caso, ninguno de sus ocupantes vio ninguna anormalidad.

Cuando empezó la competencia, la gente ya estaba a la vera del camino, y era mucha. Nos pasó alguna vez a todos, de querer estar lo más cerca posible. Pero esto es una inconciencia.

Vale decir que previo a lo sucedido, habían llegado imágenes de lo que estaba pasando en el lugar. Al verlas, los comisarios deportivos, Omar Agudo y Rolando Cabrera, decidieron parar la carrera. ¿Cómo llegó entonces el auto hasta ahí y generar lo que se vio en el video? Porque cuando suceden cosas así, se ordena parar la largada de los autos, pero ya hay otros en competencia. Entre ellos, estaba el de Karim Drube.

En situaciones así, hay responsabilidad del organizador, y del público.

Afortunadamente, esta vez no hubo heridos de seriedad. Sí raspones y golpes, para evitar al auto que se venía encima.

El piloto se bajó del auto a ver qué había pasado, preguntó por heridos, le dijeron que no había ninguno. Y siguió adelante. 

Cuando la organización se enteró de los hechos, mandó la camioneta de rescate de los bomberos para cerciorarse de la situación. Luego llegó el auto de seguridad, con Agudo. Este se paró en el lugar a conversar con la gente que estaba en el vado. Habían pasado 40 minutos del hecho, todos los presentes dijeron estar bien.

Acto seguido, la organización determinó ubicar mejor a la gente; varios ya lo habían hecho por el susto. Y esto permitió que la carrera siga de manera normal, es decir, largó el resto de los competidores. Y más tarde se volvieron a hacer dos pasadas por el lugar, sin problemas.

Una situación de la que habrá que aprender. Mucho, y rápidamente.

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