Adiós a un grande: Ítalo Maresio

Allá por los 60 y principios de los 70, Ítalo Maresio supo lograr un lugar protagónico en el automovilismo. Sus participaciones nunca pasaban inadvertidas. Y se convirtió en un referente de la marca Alfa Romeo. El piloto, oriundo de Bella Vista, acaba de fallecer, a los 88 años.

De Maresio, quienes lo conocieron, destacan lo excelente persona que era. Y eso fue algo que mostró en su vida privada, como en su condición de personaje público debido a las carreras. Particularmente, se recuerdan sus anécdotas de los tiempos en los que aceleró por rutas y caminos. Se lo recuerda como un gran deportista, aficionado a la natación y a pilotar aviones.

Con Alfa Romeo dio que hablar en nuestro país. Con esta marca ganó una innumerable cantidad de carreras de la mano de los Vianini. 

Existen datos de conquistas de Maresio. Una de ella se dio en la primera Vuelta del Noroeste de mayo de 1964, cuando con una Alfa Romeo Giulietta ganó en la Clase C. Aquella vez, los coches salieron de Tucumán rumbo a Salta, luego desde El Carril (Salta) hacia Catamarca y la última etapa fue entre Catamarca y Tucumán. Se completaron 1.400 kilómetros. La carrera fue organizada por la Asociación Tucumana de Automóviles Standard.

En la 2ª vuelta, corrida el 26 de mayo de 1965, ocupó el segundo lugar detrás de Nasif Estéfano que empleó 3hrs. 40m 16s, mientras que Maresio clasificó con 3hrs.40m 30s.

Un dato rico en matices es que Maresio terminó tercero en julio de 1965 en la primera carrera que ganó Carlos Reutemann en el Turismo Anexo J en Carlos Paz.

El 25 de julio de 1965 ganó la 2ª vuelta de Santiago del Estero, con un promedio de 151,513 kilómetros por hora. Ese mismo año, el 30 de agosto, ganó el gran premio “Ciudad de Clodomira”. Sobre esta carrera, una crónica del diario La Gaceta decía: “Ítalo Maresio ha vuelto por la senda de sus grandes triunfos. La brillante victoria del representante de Bella Vista ha sido recibida con general beneplácito”.

En 1967 ganó la IV edición de la Vuelta del Noroeste en la Clase D, con Giulia Súper 1.600, con el que llegaba a más de 200 kilómetros por hora. Su copiloto y mecánico fue Miguel Navarro. En varias carreras, también fue acompañado por su sobrino, Alfredo Busnelli.

Otro texto de La Gaceta, de junio de 1967 decía: “la popularidad de Maresio en el ambiente automovilístico del norte argentino llevó a sus numerosos simpatizantes a fundar una peña “tuerca” en su Bella Vista natal. Allí repercutirá sin dudas todo cuanto se diga y haga en favor del popular volante del Alfa Romeo Giulia que, en la IV Vuelta del Noroeste brindó a la afición del terruño la enorme satisfacción de verlo llegar vencedor”.

 

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