Se nos fue uno de los más queridos personajes de nuestro automovilismo, Ricardo Valdez, “Tapita” como lo conocíamos todos. Sufrió un ACV hace unos días y falleció el sábado. Pasé su vida entre los “fierros”, aprendió el oficio de don Antonio Berral, fue un gran mecánico y mejor persona.
Valdez siempre, de una u otra forma, estuvo ligado al automovilismo deportivo. Como copiloto de muchos y buenos pilotos, haciendo asistencias en distintas categorías. También fue piloto y se dio con el gusto de ponerse en casco. Pero su mayor virtud fue la de preparar y arreglar autos de la marca Fiat y, en particular, de Fiat 128. Según los que vieron los frutos de su mecánica, hacía muy bien las cosas, sobre todo en el armado de cajas de velocidades. En eso fue un maestro.
Pero, más allá de todo eso, fue reconocido por ser una gran persona. Todos eran amigos de “Tapita”. Por su forma de ser, era imposible estar con él y no pasarla bien: siempre de buen humor y alentando a todos. En una reunión eran infaltables sus anécdotas, a las cuales las seguiremos recordando. Porque el gran “Tapita” Valdez seguirá siempre en el ambiente “tuerca”.
Sus restos serán velados hoy a las 15, en Las Piedras al 500.