Pablo Ortega es sin dudas un referente del Turismo Nacional, algo muy difícil de lograr para un piloto del Norte del país. Durante las temporadas que lleva en la categoría siempre fue protagonista, algunos años más, otros años menos. Pero siempre lo fue, y durante 2023 volvió a pelear el título hasta la última carrera. Para los que la vimos fue para el infarto, por cómo se fueron dando las situaciones hasta la misma bandera a cuadros.
Hablamos con Pablo, un tucumano que dio que hablar, justamente de esa carrera y del campeonato.
-Contamos sobre esa última fecha…
-Fue la carrera que más disfruté del año. Fui con mucha energía y con muchas ganas por el apoyo que tenía de mi familia y de mis amigos. Sabíamos que pelear el campeonato era difícil, pero pusimos todo para hacerlo y se logró, porque hicimos lo que teníamos que hacer, esto es ganar la serie. La final no se dio por esa rueda pinchada, pero estuvimos siempre adelante. Desde arriba del auto fue súper emocionante, estuve disfrutando cada vuelta.
-¿Te planteaste un objetivo y lo cumpliste?
-Sí, el objetivo era frenar a Thiago Martínez, para que cometa algún error o se retrase. Pero él venía muy tranquilo por la diferencia que tenía en el torneo. Lo mismo dio pelea e hizo una gran carrera.
-¿Cómo fue esa última media vuelta final?
-Peleamos toda la carrera y sobre el final Felipe Martini me pasó. Cuando entramos en la última vuelta me dijeron que si lo pasaba era subcampeón, fui a buscarlo y en la penúltima curva nos tocamos y entonces se rompió la rueda. Por eso es que en la última curva no pude doblar.
-¿Por qué no llegaste con más puntos al final?
-Tuve un excelente auto, salvo en la carrera de Concepción del Uruguay, en la que se rompió el cárter. Eso me perjudicó muchísimo. Después están las dos primeras carreras del año, en las que sólo sumé cinco puntos con el otro auto.
-¿Por qué comenzaste con ese auto?
-Con Ignacio Procacitto yo había hablado en noviembre del año pasado, pero en ese momento el auto sólo estaba a la venta. Entonces me dediqué a buscar otro, pero la mayoría ya estaba ocupado y cerré por ese Chevrolet Onix, que no estaba andando. Pero no se dieron las cosas. Ya en la primera fecha, Procacitto fue a hacerme el ofrecimiento para alquilarlo y cerramos, pero decidimos empezar desde la tercera porque la segunda era en Río Gallegos y el equipo no estaba seguro de cómo íbamos a andar. Al final él terminó enojado y pensando que hubiese pasado si comenzábamos en esa fecha.
-¿Qué diferencia tiene este campeonato con respecto a cuando fuiste subcampeón?
-Fueron sensaciones muy parecidas, porque llegamos a definir en la última fecha, con todo lo que eso significa. Ser el N°2 o el N°3 no tiene mucha diferencia, desde el 2 al 5 ya los tuve a todos. Así que tengo que buscar el único que falta, que es el N°1.
-¿Cuál fue la mejor carrera?
-La última fue muy linda, pero a la de Posadas la disfrutamos mucho, porque habíamos llegado con 30 kilos de lastre. Pensamos que sería súper complicado y terminamos ganando la final. Pero la verdad es que todas tuvieron algo, ninguna fue fácil. En la de Buenos Aires que se suspendió me quedé con las ganas de correr la final, largar primero una final en el autódromo “Juan y Oscar Gálvez” no se da todos los días, pero no me enojé. Por esa carrera dieron a la última puntaje y medio. Eso me dio lugar de esa forma llegar a la última con chances.
-¿Vos personalmente también acompañaste?
-Sí, le dediqué mucho tiempo, mucho entrenamiento y eso también ayuda a los resultados.
-¿Qué hay para el futuro?
-Por ahora el auto está asegurado, el tema es ver cómo irá la situación económica del país. La idea es tratar de conseguir el presupuesto para todo el año y si no correré las que pueda.