Desde que Ayrton Senna dejó este mundo un 1 de mayo de 1994 mientras hacía lo que más le gustaba, han pasado muchísimas cosas en la F-1.
Las medidas de seguridad en los bólidos se han ido perfeccionando, casi tanto como la de los autódromos. La tecnología dio saltos increíbles, al punto que hay quienes sostienen que ya no sólo ganan carreras los pilotos más capaces.
Se han dado rachas de campeones en serie que fueron rompiendo récords. Los campeonatos han sumado carreras; se han visitado sitios antes desconocidos para la categoría; han aparecido equipos, han desaparecido otros y algunos tradicionales se mantienen firmes.
La categoría ya no está en manos del “eterno” Bernie Ecclestone sino de una empresa, Liberty Media (de EE.UU.) Hay canales de comunicación específicos que hablan de la “máxima”, hay sponsoreos que ya no van más como los de tabaco y bebidas alcohólicas.
Pero lo que no ha cambiado es el amor de los fanáticos por gran piloto brasileño.
Hoy, 1 de mayo de 2024, se cumplen 30 años de una muerte que marcó para siempre al deporte que sigue atrayendo multitudes. Senna se convirtió en campeón mundial en tres ocasiones: 1988, 1990 y 1991. Los especialistas no dudaban: estaba encaminado a conseguir muchos más a lomo de un talento único. Hoy, esta lista está así integrada:
Aquel día fatídico se corría el GP de San Marino, en el circuito de Imola. El fin de semana venía siendo difícil desde el viernes cuando otro brasileño, Rubens Barrichello se despistó con su Jordan-Hart en la Variante Bassa, a 225 km/h, el auto tomó vuelo y se estrelló violentamente contra el muro y el alambrado. Se convirtió en trágico debido al fallecimiento del piloto austríaco Roland Ratzenberger, en la sesión de clasificación del sábado.
Pese a las dudas de muchos, incluyendo las de Senna, el show continuó.
En la carrera del domingo el mundo del deporte quedó paralizado cuando el brasileño se estrelló, a una velocidad estimada de 220 kilómetros por hora, contra el muro al perder el control de su Williams en la curva Tamburello. Debido a las heridas que sufrió en el cráneo falleció horas después en un hospital de Bolonia, Italia. La hemorragia fue causada por la ruptura de la arteria temporal. El neurocirujano que examinó a Senna en el hospital mencionó que las circunstancias no requerían cirugía porque la herida estaba generalizada.
En vida, Ayrton ya era un gigante. Con su muerte, la leyenda cobró vida.