
Lo que tanto se esperaba, finalmente sucederá: podrán volver las competencias de automovilismo y de motociclismo en Tucumán. Más allá que por estas horas hay intensas gestiones para determinar el comienzo de las actividades (incluso algunas disciplinas ya disponen de una fecha), lo que no debe perderse de vista son las condiciones con las que Comité Operativo de Emergencia habilitó las actividades.
Es decir, lo que viene es la competencia, pero sin público y con protocolos definidos que habrá que respetar. La advertencia en la resolución es clara: los responsables de cada evento deben cuidar que las normativas se cumplan. Ese no es un pedido cualquiera: cualquier desliz, complicación o situación que se genere en una carrera, obrará en contra de la continuidad de las actividades.
En esto hay que ser muy rigurosos. Nadie quiere un nuevo parate. Pero mucho menos nadie quiere verse afectado por un contagio de covid-19. No hay que olvidar que la pandemia no terminó, que el plan de vacunación todavía está en una etapa inicial y que los que principales peligros los corren son las personas mayores o con comorbidades. Por deporte, la salud no puede ponerse en riesgo, de ninguna manera. Y esto no se negocia.
Hay que poner como norte lo que logró el automovilismo nacional, que ya desde el año pasado tiene actividades bajo el formato de burbujas sanitarias. Salvo hechos puntuales, no hubo problemas. E incluso hubo competencias que ya contaron con público.
Lo dicho, con respeto, responsabilidad, mesura y ganas de hacer deportes en un ambiente seguro, todo se puede.