
El circuito “Alturas de Punilla” en La Cumbre (Córdoba) era uno de los mejores que se usaron en la década de los años ’60 por el automovilismo deportivo. Contaba con mixtos difíciles, cuestas, pendientes, un llano con amplios curvones y un buen asfalto.
En la prueba que aquí nos ocupa, hubo casi 100 inscriptos y estaban los mejores pilotos de todo el país. Por supuesto, no podían faltar los tucumanos, desde el ya reconocido Nasif Estéfano, pasando por Andrés Reginato y José Guetas (con sus respectivos acompañantes), Mario Bonsignori y Humberto Luis Guida (foto),
Gradassi, Galluzzi, el “Pibe” Pascualini, Monguzzi, Sancha, Rodríguez Canedo, Franco, Copello, Reutemann, eran solo algunos de los apellidos que se podían ver en la lista de inscriptos.
Fue tremenda la lucha entre todos estos maestros de aquella época. Las distintas clases tenían, cada una, su batalla en particular. Alrededor de 10 minutos tenía la vuelta, de un poco más de 20 kilómetros. Muchos pasaron por la punta, muchos abandonaron, entre los que estaban Reutemann y Nasif (el motor no tiraba nada).
Guetas hizo una muy buena primera vuelta, pero algunos problemas le impidieron meterse al final entre los de adelante.
Con el banderazo a Sancha, se cerró la segunda edición del Gran Premio de La Cumbre, una espectacular carrera que por aquellos tiempos era un clásico.