A las 18, llegó Ricardo Neme a la Casa de Gobierno, manejando la Toyota SW4 con la que estará compitiendo desde al 6 de enero en el Rally Dakar. Fue la última vez que los tucumanos pudimos ver la camioneta antes de su partida, el miércoles a la tarde rumbo a Perú. Y no faltó nadie. El primero en hacerse presente fue el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, que fue acompañado por el diputado Pablo Yedlin y el presidente del Ente Turismo, Sebastián Giobelina, quienes preguntaron todo sobre la camioneta y la carrera. Tambien lo hicieron los distintos medios de prensa que querían tener la palabra de piloto.
Luego comenzó el desfile de personas; algunas que miraban de reojo la camioneta, sin saber bien de qué se trataba. Hubo otros que la observaban más detenidamente. Muchos disfrutaban de la predisposición del piloto y se sacaban fotos. También estaban los que pasaban en auto; algunos frenaban imprudentemente al sorprenderse con la silueta de la SW4, suspendida como por arte de magia gracias al gato hidráulico especialmente dispuesto para la carrera. También se pudo vivir el momento tierno de la despedida, cuando se acercó a saludar al piloto Ana María, la maestra de sexto y séptimo grado de Ricardo en el colegio San Javier; ambos se fundieron en un abrazo interminable y las frases de aliento de la docente para con su ex alumno fueron bellas. Luego pasaron amigos y también estuvo el normalizador de la Federación Tucumana del Automovilismo Deportivo, Fernando Cadiñanos.
Ya cerca de las 21, Ricardo hizo arrancar su camioneta y salió rumbo a algún lugar donde la esperaba el trailer. Así, se despediría hasta el 2 de enero, cuando en Perú se vuelvan a encontrar, pero esta vez ya no será para exhibiciones.