
Agustín Canapino extendió su reinado dentro del Turismo Carretera al obtener su cuarto título en la categoría con el Chevrolet, tercero de manera consecutiva, tras finalizar en el cuarto puesto en Neuquén.
Más que una página, el arrecifeño está escribiendo un capítulo completo suyo en la historia del TC, que se encuentra atravesando una era de la cual Canapino puede jactarse de ser dueño. Luego de conseguir su primer campeonato en el 2010, el flamante tetracampeón tuvo que esperar hasta el 2017 para volver a adjudicarse la Copa de Oro, que alcanzó en las últimas 3 temporadas al hilo. Así, se convirtió en el octavo integrante de un exclusivo grupo de corredores que lograron salir campeones en al menos 4 ocasiones.
La consagración del “Titán” se produjo después que trepara del 9° al 4° lugar en Neuquén, aprovechando una confusión provocada por el corte de luz en el autódromo, justo cuando se realizaba el primer relanzamiento de la competencia. En este particular episodio, Canapino escaló al séptimo puesto y se encaminó hacia las posiciones de vanguardia. En las siguientes vueltas pudo dar cuenta de sus rivales hasta ubicarse 4°, cruzando la línea de meta en esta colocación.
Valentín Aguirre, principal oponente de Agustín en la lucha por el título, lideró el desafío neuquino durante un par de vueltas. Pero el incidente con la luz le jugó una mala pasada y acabó retrocediendo al tercer lugar, que no le bastó para impedir la coronación del piloto de Arrecifes.
Juan Manuel Silva fue el ganador de la prueba con el Ford, logrando su 15a victoria en el Turismo Carretera. Mientras tanto, Lionel Ugalde terminó en el segundo escalón del podio.