Son días excepcionales para los deportes mecánicos argentinos. La consagración de Kevin Benavides, por segunda vez, en el Rally Dakar, no sólo lo convierte en leyenda, sino que viene a poner un fantástico moño a estos primeros 15 días de enero de 2023, que no sólo nos dejaron el título para el salteño, sino también la confirmación de la llegada de Agustín Canapino a la IndyCar y el ingreso de Franco Colapinto a la Academia de Pilotos de la escudería Williams, un logro que podría llevarlo a la F-1. Nada más y nada menos.
No se pretende enumerar en esta columna la larga lista de dificultades y sacrificios, ni el tiempo de espera que les insume a nuestros corredores llegar a instalarse como parte integrante de las mejores categorías del mundo. Lo que se busca es realzar cuánto talento hay en nuestro país. E instar a sentirnos orgullosos por ello.
Los tres pilotos mencionados son talentos. Uno, Kevin, ya consagrado entre los mejores del motociclismo cross country. Otro, Agustín, súper exitoso fronteras adentro y con todo el potencial para mostrarse en un medio ambiente extremadamente competitivo. Y un tercero, Franco, con todo por conquistar en una categoría como la de los monoplazas, que en nuestro país tienen a Juan Manuel Fangio como el máximo referente.
Benavides hizo en la edición 2023 del Dakar en Arabia una carrera pensante, pura estrategia. Y llegó a la última etapa como candidato, siendo que durante el desarrollo de la competencia lo que prevaleció fue la paridad. Ganó e hizo explotar de felicidad ya no sólo a los fanáticos de los deportes mecánicos, sino a todos los que entienden el valor del deporte. Incluso, para muchos fue como la extensión de aquel festejo infinito que comenzó el 18 de diciembre, cuando la Selección de fútbol ganó el Mundial de Qatar 2022. En los sitios web, en las redes, se pueden ver y leer por estas horas, una infinidad de notas, comentarios, fotos y videos que destacan lo sucedido con el piloto de KTM.
En particular, el logro de Kevin llenó de alegría a los norteños, no sólo por ser salteño, sino porque el piloto, en su etapa formativa, supo competir en gran cantidad de trazados de enduro de la región. En Tucumán lo hizo, obviamente de manera exitosa, y a la par cultivó la amistad con varios corredores locales, con quienes mantiene una corriente de afecto.
Volviendo al Dakar, lo de Kevin Benavides fue lo mejor de lo mejor. Pero no se puede restar mérito por ello a varios representantes nacionales que ocuparon puestos de podio o top ten, como Francisco Moreno Flores -2°-, Pablo Copetti -3°-, Carlos Verza -8°- y Alejandro Fantoni -10°- (en Cuatriciclos); Luciano Benavides -6°- y Franco Caimi -10°- (en Motos); Juan Cruz Yacopini -7°- y Sebastián Halpern -9°- (en Autos); Jeremías González Ferioli -4°- (en UTV T4). ¿Leyeron bien? Claro, fue una “cosecha” nacional inolvidable.
Por todo esto, y por todo lo que viene sucediendo desde que comenzó el año con los deportes mecánicos argentinos, ¡salud!