
A juzgar por los problemas que sufrió desde el principio del Rally del Bicentenario en Tucumán, era difícil imaginar que Fabián Ghiggia, acompañado por Carlos Rivera, pudiera llegar al final de la carrera por el Campeonato Argentino. Pero lo logró. Haciendo “la heroica” en la primera etapa, cuando se le trabó la caja de cambios, y aplicando mucho oficio en la segunda, el monterizo dio la vuelta con el Ford Ka RC5 de propia elaboración.
– Fabián, ¿cuál es la síntesis de “tortura placentera”?
– Jaja, sí, fue tremendo. La primera etapa del sábado fue durísima, porque el auto se quedó con la tercera marcha y nada más. Había que subir y bajar del cerro así, tratando de hacer todo lo que estuviera a nuestro alcance. Ya el domingo, la primera pasada salió bien, sin ningún problema; veníamos encontrando de vuelta el ritmo, disfrutándolo cada metro de carrera. Pero apenas comenzó la segunda pasada se rompió la aparte hidráulica del embrague, por lo que sufrió el día anterior. Entonces se llenó de aceite el embrague, veníamos patinando; hicimos lo que pudimos y llegamos al parque cerrado, que era lo que queríamos.
– Carlos, en tu caso cómo varía la navegación en función al cambio de terreno y a las dificultades?
– Había que ir muy atento en la primera pasada, para ir anotando las partes sucias. En este caso, uno tiene una hoja limpia cuando se hace la del viernes, y luego te encontrás con un piso sucio, que los autos vienen cortando. Entonces hay que ir corrigiendo eso, mientras vamos en carrera; para que en la segunda no nos sorprenda el piso sucio.
– Luego de esta experiencia, ¿cómo sigue el derrotero de ambos en el rally?
– Si nuestros amigos auspiciantes nos ayudan vamos seguir en Villa Dolores. Para mí es una carrera muy, muy especial, porque es donde yo en 2011 perdí mi auto, cuando teníamos todo controlado en el Rally Argentino. Tardamos cinco años en volver, así que haremos lo imposible para ir a esta carrera, y después terminar las carreras que queden en el año. El que tenemos es un buen auto, aunque le falta un poco de desarrollo. En cambio, a mí me falta muy mucho. “Carlitos” hace su tarea, excelente como siempre, también los chicos del equipo son excelentes. Y hay que andar, ojalá que podamos terminar el año siendo competitivos como lo fuimos hace unos años atrás.