Parecía que había encontrado la luz al final del túnel y que, con su experiencia, se encaminaba derecha a un nuevo festejo en el Rally Dakar. Pero la prueba más dura del planeta le jugó el miércoles una mala pasada al español Carlos Sainz (Peugeot). No sólo perdió la punta de la general de Coches, sino que todas sus opciones a la victoria, debido a un problema mecánico. Quien capitalizó el retraso no fue otro que su compañero de equipo, el francés Stéphane Peterhansel (foto), vencedor de la etapa y ahora con una ventaja considerable sobre su nuevo escolta, el qatarí Nasser Al Attiyah (Mini). Este terminó bien, pese a que sufrió un vuelco que hizo que el techo y el sistema de refrigeración se se vehículo se estropearan.
Sainz se quedó parado en el kilómetros 213 debido a la ruptura del tirante entre el motor y la caja de cambios. El “Matador” debió a la asistencia para poder continuar en carrera.
Peterhansel, le mejor del día, sin embargo no tuvo una jornada tranquila. “Empecé francamente mal, me perdí y di vueltas durante al menos 15 minutos. Después decidí ir a por todas porque pensaba que lo había perdido todo. Asumí riesgos y conduje a tope. Sabía que debía hacerlo. El especial era complicadísimo a nivel de navegación, fueras de pista, canales…Incluso sufrí por un pinchazo de neumático y volví a perder tiempo. Pero bueno, llegué y di un importante paso adelante en la general”, comentó.
En la etapa, “Monsiuer Dakar” fue seguido por el francés Cyril Déspres (Peugeot), a 5’40” y por el ruso Vladimir Vasilyev (Toyota), a 12’56”. En la general, acumula un tiempo de 32hs.44’59”. Al Attiyah lo sigue a exactamente una hora y aparece tercero el sudafricano Giniel De Villiers (Toyota), a 1h.12’31”.
Entre los argentinos, el bonaerense Emiliano Spataro volvió a ubicarse como el mejor: está 11°, a 3hs.49’39” de Peterhansel.
La etapa 11 del jueves propone un especial de 431 kilómetros de velocidad cronometrada (712 en total), con todo tipo de arena en el terreno y también mucho fesh-fesh.