Todo venía bien y Gerónimo Padilla podía sentirlo. Estaba 11° en la clasificación, acelerando a gusto aunque tomando los recaudos necesarios en los traicioneros caminos de la isla de Cerdeña. Pero de pronto sucedió inesperado: una gran cantidad de piedras en el camino le pusieron un escollo insalvable e inesperado. Resultado: el Ford Fiesta R5 del WRC2 que maneja chocó de frente los elementos extraños de la ruta y rompió todo el tren delantero.
“Fue muy mala suerte la mía. Segundo antes, el finlandés Esapekka Lappi se había pegado con una pirca y desparramó todas las piedras. Yo las ví muy encima, no pude hacer nada”, contó “Gero”, que es navegado por el barilochense Edgardo Galindo.
Lo cierto es que el incidente produjo el abandono del tucumano, que no obstante seguirá en carrera, aunque en carácter de reenganchado. Oficialmente está 18°, a 30’25″2/10 del provisorio líder, el italiano Paolo Andreucchi, que maneja un Peugeot. El compañero de equipo de Padilla, el peruano Nicolás Fuchs, se ubica 7°, con otro Ford Fiesta.
La etapa del sábado es la más dura de la competencia, con más de 200 kilómetros de recorrido, con acción, según el horario de la Argentina, entre la 1.57 y las 13.54 (nueve tramos).