Con el pie izquierdo. Así comenzó la edición 2016 del Rally Dakar. Luego del accidente del sábado protagonizado por la china Guo Meiling, que atropelló diez espectadores en Arrecifes, el domingo la situación se complicó por el mal tiempo. La intensa lluvia y la actividad eléctrica (foto) obligó a la organización a aplazar la etapa Rosario-Carlos Paz, por lo que los participantes debieron unir ambos puntos en enlace. Los helicópteros de seguridad no pudieron despegar y ello fue clave para tomar la decisión.
“Contra la meteorología es imposible luchar y hay que aceptar la suspensión, aunque no haber competido nos perjudica porque el especial era favorable a los Mini. Es una pena que no hayamos podido correr”, declaró “Nani” Roma, acerca de la suspensión. El español reconoció que “el cielo estaba negro y tenía muy mala pinta”.
“Salí bien en los primeros kilómetros, pero luego de parar para cambiar los neumáticos en el último punto del equipo donde podíamos hacer asistencia, empezó a llover. Y después hubo rayos. Me cayó uno a 100 metros de donde estaba, incluso hasta se movió la moto”, relató el piloto de Motos Joan Barreda Bort sobre la frustrante experiencia del día.
La tormenta anegó los caminos e hizo crecer a los ríos. Alrededor de las 8 del domingo, horario previsto para el inicio de la salida de las motos y cuatriciclos, se decidió postergar por media hora la salida, a la espera que el agua ceda. Poco antes de las 10, se empezó a hablar de suspensión. Sólo restaba confirmación oficial, que llegó casi de inmediato en la cuenta de Facebook del Dakar.
Ahora todos están con la mirada puesta en el cielo, ya que los sectores que unen la etapa del lunes, que unirá Carlos Paz con Las Termas, se encuentran bajo amenaza de lluvias intensas.
Será un tramo de 786 kilómetros en total para Motos y Cuatriciclos, 450 de ellos de velocidad pura, y de 858 kilómetros, 521 contrarreloj, para Autos y Camiones.