
Hace algunos días, Motorplus Tucumán compartió una foto, que a su vez había sido compartida por Javier Antun Urbano en su cuenta de Facebook. En ella, se veía a un joven José Luis Cadiñanos, en la función de navegante de un ídolo del automovilismo tucumano, Christian Lange. Una cosa trajo a la otra y José Luis se ofreció para contar, en primera persona, detalles detrás de la imagen, que remiten al Rally Mundial de 1992 (el último de su tipo concretado en Tucumán), cuando ambos compitieron con un Renault 18.
“Y bueno. Aquella vez me habló Christian. Compramos un auto en La Rioja, lo desarmé íntegro, armé una jaula nueva, viajamos a Córdoba y le llevamos el motor desarmado a mi gran amigo, el ingeniero ‘Cacho’ Pomodoro, que le hacía los autos al ‘Cabezón’ Soto”, comenzó su relato el concepcionense.
Y siguió: “nos hizo todo… tapa, leva, bielas. Otro gran amigo mío, el ‘Pájaro’ Santarelli, que falleció en un accidente de moto, nos consiguió llantas, pastillas de freno, bujías, en fin, todo lo que necesitábamos. Por supuesto de que no nos alcanzaba la plata, pero me lo dieron igual por la amistad que yo tenía con ellos. Trajimos todo a Concepción y lo armó Luis Estáfano. En realidad, armamos un tanque de guerra pero en carrera, con un sólo auxilio que era el hermano de Christian: ¡‘Dag’ Lange con su mujer! Pudimos sortear muchos inconvenientes. Como que le cambié el radiador con los electros en un tramo porque agarramos una gallina, hasta cambiarle la caja de cambios en la salida de Choromoro, yo solito, quemándome y con la espalda destruida por las piedras del piso. En fin.”
El sabroso relato de Cadiñanos continúa: “era lo más parecido a la época de los Emiliozzi, cuando llevabas todo arriba del auto para reparar. Pero llegamos, dejamos bien sentados los prestigios de Tucumán y, sobre todo, ¡cumplimos con la gente que nos apoyó! Después de mucho tiempo de haber corrido esa carrera, seguimos con el ‘Alemán’ buscando plata para tapar agujeros. Cuando hubo otros que recibieron la misma plata que nosotros y se quedaron en el primer tramo.”
La prodigiosa memoria de José Luis bien vale, en el futuro, acudir a otras de sus historias. Él, humilde, asegura. “Y, son muchos años en esto. Es más gracias al ‘Payo’ Carbonari, me puse a recopilar y a confeccionar toda mi trayectoria. ¡Hasta yo me sorprendí!”