Tienen un proyecto compartido

Se viene la fecha del Canav en Tucumán, prevista del viernes 30 de septiembre al domingo 2 de octubre. Y uno de los representantes tucumanos en esa competencia será Emmanuel Guevara. El piloto llegará a la carrera con una novedad: su moto estará a cargo de Juan Bustos.

Ante la gran cruzada en la que se encuentra Guevara, y que tiene como metal final el Rally Dakar 2018, Motorplus Tucumán juntó a todas las partes, en un reportaje que dejó muchos puntos destacados.

– ¿Por qué la moto fue al taller de Bustos?

– Hace más o menos cinco años estuve compitiendo con la atención de Juan. Realmente pasé una hermosa época, de la cual tengo muy buenos recuerdos. Algo muy importante es que él también es piloto y comprende perfectamente cuando uno explica las cosas que hace la moto. Más allá de todas las que atendió en su carrera, las conoce una a una.

– Juan, cuántos años, cuántas carreras, pero esta vez el objetivo es el Dakar…

– Sí, es algo tentador, es una materia pendiente. En alguna oportunidad planeamos algo, pero no lo pudimos llevar a cabo. El proyecto de Emmanuel es serio y, además, algo muy importante, hay mucho tiempo para trabajar, aprender en el Canav y el cross country. En esto hay mucho para aprender, estas son motos de enduro adaptadas, hay que trabajar mucho en los pesos, distintas temperaturas, distintas velocidades. Y, sobre todo, hay muchísimas cosas por aprender. Lo que me gusta es que él transmite bien lo que hace la moto. También le estoy enseñando la parte fina, la carburación, la puesta a punto. Está haciendo cosas él, para que si le pasa algo en ruta se defienda de otra manera.

– Emmanuel, se viene el Canav. ¿Cómo ves la carrera?

– La idea es tratar de mejorar el cuarto puesto conseguido en mi debut. Juan está trabajando en la moto para que sea más confiable; quiero obtener un buen resultado, para devolver de esa manera el apoyo que mucha gente me da para que yo pueda hacer esto.

– Juan, aparte de esta competencia, ¿habrá muchas otras pruebas?

– Sí, seguramente. Primero apostamos a la confiabilidad de la moto, después tenemos que ir probando con las distintas puestas a punto, a distintas alturas y muchos factores que juegan en las carrera de este tipo. La moto está muy bien armada, por gente que sabe de esto y además tiene todos los repuestos que hacen falta, las matrices de las piezas que tiene adaptada, así que no hay problema.

– Emanuel, además de moto, ¿también hay mucho entrenamiento físico?

– Sí, estoy haciendo mucha bicicleta y en el gimnasio todo lo que es aeróbico-físico. También estoy controlando la alimentación y más adelante empezaré con una psicóloga, que para este tipo de prueba es muy importante.

– Juan, el piloto corre, pero los mecánicos también hacen su carrera. ¿Es muy difícil esa tarea también?

– Sí, sé que es muy duro, hay que despedir al piloto al comienzo de etapa y esperarlo al final. Y cuando el piloto descansa, el mecánico sigue trabajando. Se trabaja mucho de noche y contrarreloj, porque la moto siempre tiene que estar lista.

– Emmanuel, ¿el Dakar parece lejos?

– Sí, pero cuando menos nos demos cuenta estará encima. Yo empecé a trabajar desde ahora. Voy a adquirir una casa rodante, que servirá para descansar en las carreras un poco más de tiempo y además para trasladar repuestos. Estoy haciendo todo lo posible para concretar un buen trabajo y no defraudar a quienes me apoyan en este proyecto.

– Juan, ¿también para vos es un desafío?

– Sí, va a ser muy importante llegar al final del proyecto con un equipo totalmente tucumano.

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