
La Trepada al Pan de Azúcar cordobés era una de las competencias tradicionales que se realizaban en el país. Los nombres de los pilotos que se daban cita en esta competencia aseguraban el espectáculo, para la numerosa multitud que bordeaba el camino.
Las crónicas de aquella trepada de 1971 decían: “si bien en los cálculos previos se auguraba un triunfo sin inconvenientes de Eduardo Rodríguez Canedo, “patrón” de la zona, no se descartaba la chance de pilotos como, Carlos Pascualini, Francisco Mayorga y otros de idéntico prestigio. Pero quizás muy pocos hayan tenido en cuenta la presencia de un tucumano callado que, a bordo de una coupe Fiat 1600, causó asombro en la subida hacia Villa Allende. Reafirmando sus antecedentes, Pedro “Pirincho” Parra fue el autor de la hazaña dejando boquiabiertos a los cordobeses espectadores.
Con autoridad encaró cada una de las 183 curvas que se intercalan en el trayecto de 25 kilómetros que separan Cosquín de Villa Allende, imponiéndose por 27 segundos a Pascualini, 29 a Macchi y 33 a Rodríguez Canedo. Eso da una idea aproximada de la manera en que el tucumano encaró el primer tramo de la competencia. El ritmo fue sostenido y la sorpresa no fue sólo para los espectadores, sino también para los pilotos.
En la vuelta, “Pirincho” no pudo sostener la ventaja y fue superado por Rodríguez Canedo por 12 segundos y por Carlos Pascualini por sólo tres. Eso le valió muchos elogios de los cordobeses que no estaban acostumbrados a perder en su tierra. Con lo hecho, se consolidó la figura de un gran piloto tucumano.