Para el ambiente del enduro de Tucumán y de la región, Juan Carlos Perea tenía bien ganado su lugar como deportista, dirigente, colaborador y entusiasta de la disciplina. El domingo 9, a poco de cumplir 54 años, dejó de existir luego de sufrir una penosa enfermedad.
Juan Carlos fue parte de una familia de enduristas con numerosas participaciones, desde la década del ’80, en pruebas de campeonatos regulares y del Transmontaña.
Entre las numerosas historia en torno a Perea, se recuerda la dupla que formó con Rodolfo Bollero en 1996 para correr el Transmontaña. También sus participaciones en la misma prueba, con su hijo “Johny”, en las ediciones de 2013 y 2014, además de su triunfo en la división Master A, en 2003, formando dupla con Javier Zerda.
En un reportaje con La Gaceta, “Joe” Giobellina recordó que en 1981, compró una Suzuki de enduro. “Era algo nuevo aquello. Comenzamos a subir los cerros con muchachos como Juan Lonac, Roberto Mambrini y los hermanos Martín y Juan Carlos Perea, entre otros”, recordó. En esta frase se cae en cuenta del tiempo que el extinto piloto estuvo ligado a la disciplina. Incluso, su nombre figura en la primera comisión directiva como revisor de cuentas suplente de lo que en su momento fue la Asociación Tucumana de Enduro y Rescate (desde principios de los 90, Club), fundada el 25 de octubre de 1985. El presidente era Alberto Iramain, el vicepresidente Juan lonac y el secretario José P.Paz.
En su juventud, Perea (que era contador y tenía un estudio de asesoría contable) había sido jugador de Tucumán Rugby, club al cual seguía ligado por sus hijos y sobrinos. También el golf había ocupado en los últimos tiempos sus ratos libres.
“Yo lo recuerdo como un gran colaborador del enduro. Por ejemplo, para los Transmontaña se transitaba por unas tierras suyas en los cerros. Y siempre estaba pendiente de dar una mano” contó Martín Acuña, otro referente de la disciplina.