
# POR RICARDO NEME. – La etapa 8 del Rally Dakar comenzó con un tramo muy veloz, que es peligroso porque al venir tan rápido y al no haber tanta diferencia en los colores de la arena, se dificulta ver los cambios de relieve. Y es ahí donde aparecen los cortes. Al no poder frenar a tiempo, vienen los golpes que, como vimos en algunos casos, son muy fuertes y ocasionan muchas roturas en los autos y hasta abandonos por daños en las motos.
Después, la etapa entraba en dunas con arenas muy blandas, en las que muchos quedaron enterrados por varios minutos. Además, los puntos de paso son muy difíciles de encontrar. La carrera te manda por un recorrido que te obliga a pasar por lugares complicados y, como a veces no se puede, hay que buscar el paso ideal y ahí se puede perder mucho tiempo.
Un tema importante de explicar es la sanción de tres horas al salteño Kevin Benavides. Como ya lo habíamos tocado, pero muy superficialmente en comentarios anteriores, ahora vale la pena aclarar el por qué de la sanción. Ya venía pasando años anteriores, pero este año la organización se puso firme en ese aspecto. Lo que el reglamento dice es que no se pueden anotar detalles dentro del libro de ruta, ni se pueden llevar anotaciones distintas a las brindadas por la organización. Mostraron una foto en la que se ve que el tanque de la moto de Benavides tenía anotaciones. ¿Qué son esas anotaciones? Son notas tomadas de los llamados Man Maps, quienes analizan con Google por dónde se puede acortar la distancia de un punto de paso a otro y le generan una ventaja a los que tienen los recursos para tener una persona que se dedique a hacer esto. Pero esto también puede aumentar las dificultades para los que vienen detrás y no tienen esas anotaciones, puesto que al seguir esas huellas se pueden perder porque después no les coinciden los datos del libro y tampoco coinciden los peligros. Y eso es un riesgo, incluso para los que sí tienen las anotaciones. La organización puso mano dura y eso es bueno para que no se agrande la brecha entre los que tienen grandes recursos para afrontar el Dakar y los que no.
La buena noticia es que mi navegante en el Dakar anterior, Ramiro Corvalán, está en carrera junto con Omar Gándara, a pesar de los problemas que tuvieron. Se están dando con el gusto de acercarse a la meta. Falta todavía, pero seguro la van a pelear.