# POR RICARDO NEME
– La etapa 5 comenzó complicada. Se retrasó dos horas la largada por la niebla que había temprano y en esas condiciones es imposible que vuelen los helicópteros de la organización en caso de haber accidentes. Por ello, y siempre priorizando la seguridad, se esperó a que esté limpio.
En Motos largaron en línea de a diez pilotos juntos; en Autos, de a dos. Esto se puede hacer porque la primera parte del especial es llano y pueden ir juntos.
La etapa 5 era muy larga y dura, pero además había que tener en cuenta que venían de una etapa maratón. En ella, los pilotos y navegantes tuvieron que arreglar sus propios vehículos, lo que hace que estén trabajando hasta muy tarde. Al otro día salen cansados, con los vehículos en muchos casos con algunos problemas que no se pudieron solucionar.
Las características del terreno eran muy parecidas a la etapa 4, por lo que se encontraron de nuevo con mucho fesh-fesh, poca visibilidad y piedras escondidas, que ya vimos lo que pueden ocasionar en los vehículos. Así, se multiplican los golpes fuertes y las roturas, lo que ocasionó muchos abandonos.
Al final de la parte cronometrada volvió a aparecer la niebla, por lo que en especial en Autos y Camiones se suspendió en el kilómetro 425 de más de 500 que eran, originalmente.
Una buena noticia es que Ramiro Corvalán (con quien hice el Dakar el año pasado), junto con Omar Gándara, llegaron al final de la etapa. También que lo que sigue durante todo este sábado es el día de descanso. Será la jornada en la que los equipos que están bien descansados podrán dedicar todo el tiempo a reparar y dejar, en muchos casos, como nuevo a los vehículos. En el caso de equipos con menos presupuesto, tratarán de reparar lo mejor posible todo y descansar. Sobre todo descansar el cuerpo y la mente, puesto que lo que viene será igual o más duro por lo que hay que estar muy fuertes para encararlo.