
Pablo Ortega cumplió 100 carreras en el Turismo Nacional. Pero fueron muchas más las que hizo en su carrera deportiva, y en varias categorías. Su trayectoria es realmente extensa. Tomando como referencia a este logro, lo entrevistamos en Motorplus Radio para recordar algunos de los momentos más importantes como piloto.
– ¿Te acordás de tu primera carrera en el TN?
– Sí, me acuerdo cuando debuté en Salta con un Renault Clio del equipo de “Tití” Dellasantina. Todo fue muy emocionante, llevaba sólo dos años corriendo en Salta y me aventuré al TN. Para mí, ese ambiente era todo nuevo. Si bien el resultado final no fue bueno, porque en la primera curva hice un trompo, me chocaron y quedé afuera, para mí fue todo experiencia. Hice esa carrera y después volví a la categoría algunos años más tarde.
– ¿Qué sentiste en aquella largada, en la que había más de 40 autos?
– Creo que había 45 autos. Los nervios eran tremendos, había hecho una buena serie y trataba de hacer todo prolijo, así que en esa largada tenía por lo menos 10 autos atrás. Para mí era mucha presión. Cuando hice el trompo en la primera curva y quedé en pista, esos 10 autos me parecieron 80. No veía la hora que terminen de pasar.
– 100 carreras y en el medio ¿cosas lindas y otras no tanto?
– Sí, ya desde esa primera competencia, fue muy lindo y emotivo el fin de semana. La que no fue linda fue la final. Era ir carrera tras carreras, conocer el auto, los circuitos, múltiples cosas a través de los años hasta llegar a hoy y darme con ese lindo reconocimiento. Fue muy gratificante que me llamen ahí en la grilla, me hagan una nota y me den un presente. La verdad es que no sabía que cumplía las 100 carreras, no llevo la cuenta de las que hago.
– ¿Es muy difícil ganar en la categoría?; ¿cómo recordás ese primer triunfo?
– Sí, es difícil. Le pasó a Miguel Ciaurro, que tiene más de 150 carreras y ganó hace poco. A mí me tocó ganar en 2017 con el equipo Fiat en La Pampa. Fue una carrera impresionante, porque se dio en la última vuelta. Fue una carrera llena de emociones para mí porque a mi papá lo estaban operando en Buenos Aires y no pudo estar, así que bien terminó, me fui a verlo y compartir con él. Eso no se me olvida más, pero si me preguntan de qué me acuerdo de ese fin de semana, digo que de nada, sólo me acuerdo de la última vuelta. Cuando me bajaron la bandera no entendía nada, ahí recién empecé a dimensionar lo que había logrado. Fue tremendo llegar al podio, festejar con el equipo, con mis allegados. Fue fantástico.
– ¿Cada auto y cada equipo te traen recuerdos particulares?
– Sí, pasé por cuatro equipos, de todos me acuerdo. Me acuerdo de los autos en los que corrí, pasé muchas cosas, muchas amarguras, carreras neutras en cuanto a sentimientos porque no generan nada y otras muy lindas. Cuando te ponés a pensar en 100 carreras, no es poco. Son 100 fines de semana, dejé mucho por el automovilismo. En mi adolescencia dejé de ir a muchos de los cumpleaños de mis compañeros, a muchos eventos familiares, muchos días de la madre, días del padre. Todo esto es por pasión, porque si no fuera así no lo haría.
– Son 100 en el TN, pero hay muchas más en otras categorías…
– Sí, corrí en Salta con los Fiat 128 cuatro años y en los últimos compartía con el TN. Cuando dejé Salta hice un par de carreras en el TC Pista Mouras, dos fechas de invitados en el TC, corrí una fecha del Rally Cross y después en el Top Race. Hay muchísimos fines de semana, ahí uno dimensiona lo que ha hecho.
– Además del TN, a nivel nacional lograste ganar en el TCPM y en el Top Race…
– Sí, de la que más me acuerdo es la del TC Pista Mouras, porque yo recién llegaba a la categoría y no me salía nada bien. Mi ingeniero de pista me dijo “no te calientes por que hay muchos mentirosos, ponen gomas nuevas, más potencia, pero para la clasificación estamos todos iguales”. Y así fue. En la primera vuelta de clasificación hice la “pole”, me acuerdo que fue con el equipo Alifraco, que no estaba andando muy bien. Se largaron a llorar, todos sus integrantes me abrazaban. Después la final, que también tuvo su cuota de emoción porque estaba lloviendo. No sabíamos con qué gomas largar, largué con unas lisas y gané. Fue una carrera muy difícil, muy emotiva.
– ¿Y en el Top Race?
– Esa victoria se dio en Salta, también fue muy linda. Era mi segunda o tercera carrera en la categoría y se dio el triunfo. Fue lindo porque gané en un circuito en el que había corrido muchas veces antes. Lo conocía. Además, festejé tan cerca de casa, con mucha gente que había ido a alentarme.
– ¿Tenés recuerdos de alguna carrera en particular?
– Son varias. La que más me acuerdo es la que gané en La Pampa. Después, la que gané en Rosario y me recargaron tiempo hasta qquedar en el tercer puesto por haberme movido en la largada. Fue una bronca tremenda. Otra en la que terminé con amargura fue en la de Potrero de Los Funes, donde venía ganando y me tocaron con pace car. También recuerdo cuando comencé en Salta, cuando en las primeras carreras andaba de la mitad del pelotón para atrás, hasta que el “Flaco” Novak me comenzó a hacer el auto. Hice la “pole” y comencé a pelear adelante. Ese fue un año en el cual peleamos las carreras con “Seba” Chincarini. En la pista nos dábamos con todo y afuera queríamos seguir a las trompadas. Hoy en día somos muy amigos. Son tantos años y tantas carreras, que habría que hacer un asado, sentarse a hacer memoria, recordar y contar.
– ¿Hoy estás en un buen momento?
– Sí, sinceramente no me lo imaginé a principio de año estar peleando el campeonato. Yo vengo con mucho trabajo, con preocupaciones, con responsabilidades y no estoy en mi mejor momento en lo físico y lo personal. Pero con los resultados estoy haciéndome un espacio y tomando más en serio. Estoy en una buena posición, tengo un buen auto y ahora creo que ese poquito que falta para ganar soy yo, así que me estoy poniendo las pilas para dar lo mejor hasta fin de año.