“Volví a casa un poco amargado, triste, por haber perdido la chance de seguir luchando por el título. De todos modos, aún queda la chance del subcampeonato, lo que no es poca cosa. Ojalá que pueda lograrlo.” Con sensaciones contrapuestas, pero sabiendo que puso todo en la prueba de la Clase 2 del Turismo Nacional que se disputó en Posadas, retornó a Tucumán Pablo Ortega.
El piloto del Fiat Palio necesitaba un gran resultado en el trazado misionero, donde se concretó la penúltima fecha de 2016. Pero acabó 6° y atrás de Alfonso Domenech, al que tenía que superar para forzar una definición por el título hasta la última carrera de Viedma.
“Tenía el entusiasmo de por lo menos llegar a la última fecha con posibilidades. No pudo ser. Pienso que haber tenido cuatro abandonos en la temporada incidió bastante”, contó.
“Pabloso” dijo que la carrera fue tremenda, “con muchísimo calor arriba del auto. Me sentía casi descompuesto en las últimas vueltas. Hasta el final entregué todo. Es la primera vez que siento en una competencia que, desde que se largó hasta que terminó, anduve al límite vuelta tras vuelta. Lo único que me cuidaba era de los choques, porque venía muchos venían fuera de sí, se tiraban por todos lados. Julián Lepphaille era uno de ellos, y lo terminaron sancionando, por eso pasé de ser 7° a 6°. En casos así, prefería dejarlo pasar y seguir, y ver hasta dónde llegar.”
El tucumano tuvo la posibilidad, en carrera, de estar al lado de Domenech, incluso pasarlo. “Si lo lograba, estiraba la definición hasta la última carrera en Viedma, pero no pude lograrlo. Fue mejor piloto que yo, un auto con mejor rendimiento y un mejor equipo. Hay que saber perder. También pienso que peleé de frente, con todo lo que tenía a mano.”