
# POR RICARDO NEME. – La del jueves fue otra etapa difícil, dura y, para completar, del tipo maratón. Para aquellos que no saben de qué se trata, se refiere a dos días de carrera con una asistencia en el medio. Sólo piloto y navegante, en el caso de la categoría Autos y solamente corredor, en Motos, pueden arreglar sus vehículos, con los elementos que ellos traen. Lo duro es que hay equipos que demoraron mucho en hacer la etapa y no tienen tiempo de arreglar sus vehículos ni de descansar. Recuerdo que a nosotros nos pasó el año pasado que demoramos 23 horas en llegar al final, y sólo tuvimos una hora antes de largar la etapa siguiente. Así que seguro habrá muchos que estarán corriendo literalmente dos días seguidos.
La etapa prácticamente no tenía dunas, pero por tramos era muy rápida y con mucho fesh-fesh, lo que genera varias complicaciones. Por un lado en la tracción, luego, muchísimo en la visibilidad, y además esconde piedras peligrosas que por ahí te hacen romper una rueda o arrancar una suspensión, que fue el problema de varios.
Omar Gándara, que compite con nuestro conocido Ramiro Corvalán, demoró un poco más de 7 horas en terminar la parte cronometrada. Y luego más de seis horas hasta llegar al campamento, por lo que ambos tuvieron poco tiempo para revisar el auto y reparar, pero siguen en carrera.