
“Acumulamos más de 40 horas sin dormir. Pero estamos bien. Y ansiosos por empezar la segunda parte de la competencia.” Pasaron seis etapas y Ricardo Neme, con la navegación del puntano Ramiro Almirón, es uno de los 55 pilotos de la categoría Autos que lograron sobrevivir ante las inhóspitas condiciones que impuso hasta aquí la edición 2018 del Rally Dakar.
“El cansancio se viene acumulando, pero sabemos que esto es así. Encima la etapa 6 era muy larga, no difícil, pero sí extensa. Todo esto es agotador, pero estamos bien. Pudimos seguir avanzando. La primera exigencia en Bolivia la hicimos tratando de no arriesgar demasiado, igual golpeé una piedra que estaba en el borde del camino, en el interno de una curva, reventando un neumático; lo cambiamos y seguimos. Hubo un enlace hasta la Aduana en Bolivia, y luego de pasar por esa zona, seguimos en enlace hasta largar otra vez con un especial, que estuvo muy complicado”, contó el corredor.
¿Cómo fue ese tramo de competencia? Él lo cuenta: “había llovido mucho, estaba muy barroso, con piso muy suelto, con mucha agua y charcos profundos. Nos agarró la noche otra vez y por eso impusimos un ritmo tranquilo y parejo, tirando en tándem con Omar Gándara, para ayudarnos por cualquier cosa. Llegamos al vivac de La Paz sin problemas, aunque con la camioneta totalmente embarrada. Se hacía muy difícil llevarla en esas condiciones.”
“Ricky” sintió alivio por llegar a La Paz y tener allí un día de descanso. Pero al mismo tiempo, por la adrenalina propia de la alta competencia, ya está pensando en lo que vendrá. “Estamos contentos por haber completado la primera mitad de la carrera. Habrá que descansar y hacer un repaso general a la Toyota para dejarla a cero y seguir esta aventura, camino a la Argentina, que será donde nos veamos.”
La prueba se reanuda el sábado, con el especial La Paz-Uyuni, el cual en el caso de la categoría Autos, tendrá salida del vivac para el primer vehículo, a las 7.37, hora de la Argentina.