
Lewis Hamilton se consagró campeón de la Fórmula 1 en México, por segunda vez consecutiva, y alcanzó su quinto título en la categoría reina del automovilismo.
Antes de comenzar la carrera, el piloto inglés era consciente que un 7° puesto le bastaba para coronarse nuevamente ganador. Sin embargo, no intentó conformarse con lo mínimo y salió decidido a buscar la victoria. Tras convertirse en el escolta de Max Verstappen (Red Bull), que lideraba la prueba, Hamilton comenzó a sufrir inconvenientes con los neumáticos del auto, lo que lo llevó a perder rendimiento y un par de posiciones en el clasificador. Cuando se ubicó 4°, desistió de sus intentos de aproximarse a los punteros y se dedicó a conservar la posición, para así asegurar la obtención del certamen.
La bandera a cuadros encontró a Verstappen al frente del pelotón, seguido por los pilotos de Ferrari, Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen, que no lograron alcanzar el triunfo y de esa forma estirar la definición del campeonato. La cuarta ubicación de Hamilton le permitió consagrarse por quinta ocasión en la Fórmula 1, segunda de manera consecutiva y cuarta en los últimos 5 años, igualando la marca alcanzada por Juan Manuel Fangio.