
Caótica carrera fue la que se vivió en el GP de Hungría, por la fecha 10 de la F-1. El final fue con sorpresa, al menos con respecto a los últimos resultados: no ganó un Mercedes, sino que lo hizo Ferrari, de la mano del alemán Sebastian Vettel.
Esta fue la segunda victoria de Vettel en la temporada 2015. Antes había festejado en el GP de Malasia. Esta vez, fue escoltado por el ruso Daniil Kvyat y por el australiano Daniel Ricciardo, ambos del equipo Red Bull.
Vettel dedicó de manera muy especial su victoria. “Gracias Jules, esta victoria es para tí. Todos sabíamos que un día ibas a formar parte de este equipo”, señaló por la radio interna del equipo. Fue el corolario de una jornada marcada por el emotivo homenaje de los pilotos a su compañero Jules Bianchi, fallecido el 17 de junio en Niza a los 25 años.
El alemán adelantó en la largada a los Mercedes del británico Lewis Hamilton, líder del Mundial, y del alemán Nico Rosberg, que partieron adelante. En la primera vuelta, Hamilton se fue de pista, pero retornó y acabó sexto. Rosberg culminó 8°, perjudicado por un toque de Ricciardo que pinchó el neumático trasero izquierdo de su auto. Una novedad fue el 5° lugar del español Fernando Alonso (McLaren), que completó su mejor actuación del año.
La carrera fue neutralizada por varias vueltas a causa de los restos de fibra de carbono que dejó la trompa rota del Force India del alemán Nico Hulkenberg.
Hamilton sigue al frente del Mundial, con 202 puntos, 21 más que Rosberg. La próxima fecha se hará el 23 de agosto en Bélgica.