La decisión de entrar a boxes a poco del final, para cambiar por neumáticos para lluvia, le dio al británico Lewis Hamilton una triple conquista: ganar el GP de Rusia, en Sochi; recuperar la punta del certamen de la F-1, y conseguir su victoria N°100 en la categoría.
La parada para cambiar neumáticos en el Mercedes, cuando la lluvia se hacía notar más y más durante los últimos giros de la carrera, fue fundamental para que Hamilton pueda superar a quien venía ganando, su compatriota Lando Norris. Él también podría haber entrado a cambios neumáticos, pero desobedeció el llamado de su equipo, McLaren.
Las últimas vueltas fueron emocionantes. La lluvia se incrementó y el bólido de Norris perdió adherencia con sus neumáticos lisos. Incluso, tuvo un ligero despiste. Y Hamilton, que venía cerca, aprovechó al máximo la oportunidad.
Otro beneficiado por las condiciones de la pista, en los metros finales, fue el neerlandés Max Verstappen, que capitalizó con su Red Bull el retraso de sus rivales. Llegó segundo, tras haber largado último por los cambios que tuvo el motor Honda de su coche.
El podio lo completó el español Carlos Sainz, logrando así un buen resultado para Ferrari. El australiano Daniel Ricciardo fue cuarto con McLaren.
El campeonato pasó nuevamente a ser liderado por Hamilton, con 246,5 puntos. Le lleva dos a Verstappen.
La próxima, el 10 de octubre. Será el Gran Premio de Turquía, en el circuito de Estambul.