Cuando a principios de año dijimos en una nota editorial lo difícil que iba a ser este año para el rally tucumano en particular, y para el regional y nacional en general, la referencia era concreta a las complicaciones que se visualizan en materia de apoyo económico. Y aunque lamentablemente ello se está haciendo carne por estos días, lo que no estaba en carpeta era que la situación iba a entrar en el preocupante camino de los conflictos y las situaciones especiales, con las redes sociales como medio. Son dos las plazas que se encuentran por estos días en un estado particular: Santiago del Estero y Catamarca. En sus torneos suele haber presencia tucumana de manera frecuente.
Lo de los santiagueños fue un golpe de escena importante. A poco de haber concretado la fecha 1 en Remes, la Asociación Santiagueña de Rally de la vecina provincia tomó una decisión de fondo: cerrar la temporada. La decisión de la ASR se dio a conocer en un comunicado el cual, a la par de ratificar la clasificación de la carrera de Remes, informó que las condiciones no están dadas para la continuidad del certamen debido a calumnias, injurias y amenazas que recibieron sus dirigentes. La nota también abrió la posibilidad para que otra institución pueda darle continuidad.
El texto difundido es el siguiente:
En Catamarca también hay una situación particular. Hace varias semanas se conoció sobre la regularización de funciones de la Federación provincial, lo que motivó, entre otras cuestiones, que se armara un certamen oficial paralelo al que llevan adelante desde hace años los integrantes del grupo Rallyceros (y que se prepara para otro desafío en Recreo, del 10 al 12 de mayo).
Lo cierto es que se armó una primera fecha en Capilla del Rosario a principios de abril, con organización de la Asociación Automovilística Ambato. Pero pocas horas antes del inicio de la actividades, llegó una comunicación:
Pasados varios días, no supo que la FCDM tomó por oficial el Campeonato Belicho, que hace unos días concretó su fecha 1 en Londres.
Mientras en Tucumán todavía se sigue esperando alguna novedad sobre si habrá o no certamen este año, lo que sucede en Santiago del Estero y Catamarca es motivo de atención.
En el primero de los casos, queda claro que es repudiable lo sucedido y que por ello, quienes tomaron la vía de la agresión deben llamarse a la reflexión por sus actos, que terminaron afectando a toda una estructura humana y técnica.
En el segundo caso también hay una complejidad en ciernes, que no está permitiendo ver con claridad el futuro. Las partes deberían acentuar el diálogo, para lograr un rally previsible, que contenga a todos.