(#) Otra vez la tristeza invade al deporte motor, debido al fallecimiento de René Mopty, un apasionado de los fierros, con quien tuve la oportunidad de compartir muchos años de carreras. Un verdadero señor, con mayúsculas, en todo lo que hacía. Su vocación principal fue la técnica y la dirigencia, aunque en algún momento también cumplió su sueño de ponerse el buzo y ser piloto.
En el área técnica, se destacó como un gran profesor en el taller de la ENET N°2, donde disfrutaba enseñando a miles de alumnos que pasaron por sus clases, consiguiendo además importantes recursos para la escuela. Fue reconocido por su labor en la preparación de autos, así como en la revisación técnica de distintas categorías, desde las provinciales y zonales hasta las nacionales.
En el ámbito dirigencial, uno de sus grandes logros fue la creación de la Fórmula Renault del NOA, categoría que creció de su mano junto a la del siempre recordado Diego Gálvez (su gran amigo), quien también nos dejó hace algún tiempo.
En cuanto a la preparación, fue un pilar fundamental en la incursión de sus hijos, “Pitu” y Agustín en el automovilismo zonal, y en su etapa compartida en moto con “Pablito”, con quien viajaba y compartía aventuras sobre dos ruedas.
Tuve la fortuna de compartir muchas carreras con René, y así pude conocerlo en profundidad, tanto a él como a su familia. Hasta hoy seguimos compartiendo largas charlas de café, impregnadas de olor a nafta y plagadas de innumerables anécdotas que René sabía contar de una manera muy especial.
Se caracterizaba por su seriedad y compromiso en todo lo que emprendía, y era ampliamente respetado en el ambiente automovilístico, tanto por sus pares como por dirigentes y pilotos.
Con el paso de los años, se alejó un poco del automovilismo, pero nunca de los “fierros”. Dio rienda suelta a otra de sus pasiones: las motos. Como no podía ser de otra manera, también allí tuvo un rol de liderazgo, dirigiendo la Asociación Bicentenario de Motos Antiguas de Tucumán, grupo con el que disfrutaba cada encuentro sobre sus distintas máquinas.
René disfrutaba de su familia, de sus amigos, y de cada salida en moto, ya fuera recorriendo su barrio o viajando cientos de kilómetros en ruta.
Su paso por el deporte motor será imborrable. Cada vez que hablemos de automovilismo o de motos, su recuerdo estará presente.
Gracias, René, por todo lo que le diste a este deporte que tanto amamos.
La foto que acompaña esta nota es la misma que utilizamos en su momento cuando René cumplió 70 años. Les dejamos aquí la nota.
(#) Por Vicente Machín