
Allá por fines de la década del 80, Ricardo Salomón comenzó a acelerar en las pistas. Se lo recuerda integrando las nutridas grillas que por ese tiempo se armaban en las carreras del TC 1.500 del NOA que se efectuaban en toda la región. También tuvo experiencias al volante de un Fiat 600. El piloto y empresario falleció en las últimas horas, víctima de la covid-19.
Según se pudo conocer, Salomón estuvo dos semanas internado, y su salud se complicó en las últimas horas.
Su pasión por los “fierros” no sólo se dio por las carreras, sino también por actividades particulares relacionadas a ellos. También, por formar parte de una familia con mucha relación con los motores, como los Melhem y los Ortega.