
“Se espera el pico de contagios para fines de abril, principios de mayo”; “quedate en casa, es la mejor vacuna”; “el virus ya está en circulación viral en el país”.
En las últimas semanas, el país entró en una parálisis de actividades, salvo aquellas consideradas de necesidad y urgencia. El deporte, que es lo que nos ocupa en nuestra página, una de las expresiones más puras del ser humano, también quedó en pausa, y nadie sabe hasta cuándo.
Las autoridades deslizaron en los últimos días que todo iba bien, que “aplanar la curva” de contagios era una tarea posible, gracias al apoyo y la comprensión de la gente que se quedó en sus hogares.
Pero llegó el viernes 3 de abril de 2020. Con cientos de miles de personas haciendo cola en los bancos. De todas las edades. En todo el país. Desde la madrugada. Esperando por horas.
Se entiende la necesidad, claro que sí; todos estamos necesitados, en mayor o menor medida. Se entiende que haya gente que no sepa cómo moverse en estos tiempos de automatización de servicios bancarios. Se entiende todo.
Pero cuando la salud está en juego, la vida, nada se entiende. Nada ni nadie debe poner en riesgo eso. Y lo sucedido no es un tema de Tucumán. No. Sólo es cuestión de ingresar a las páginas digitales de los medios de todas las provincias. Es ver y sentir una sensación dolorosa. Bronca. Mucha.
El viernes 3 de abril de 2020 fue el día en que los argentinos mostramos que no estamos preparados para enfrentar una pandemia. Confirmamos una certeza: no estábamos. A esta altura de los acontecimientos, cabe preguntarse: ¿estaremos? Sabemos la respuesta. Con dolor, la sabemos. Y ojalá sea una visión equivocada.
Surgen preguntas. Que seguro nadie responderá.
¿De qué sirvió la cuarentena que ya lleva 15 días?
¿La hicimos para después equivocarnos así?
¿No había que cuidar a los adultos mayores? ¿No había que cuidarnos todos?
¿Quién se hace cargo? ¿El Gobierno nacional, el provincial, los bancos? ¿Para dónde miramos?
Tarde para excusas. Tarde para todo esto que ya vimos. Los bancos -esos lugares donde antes de toda esta locura había que hacer fila para cualquier trámite- trabajarán horas y días extras. Pero el daño ya está hecho.
El viernes 3 de abril de 2020 fue el día en que hicimos todo mal. Todos dimos un gigantesco paso atrás. Saltamos al abismo en nuestro rol de sociedad amenazada por una pandemia. Hipotecamos el mañana.
Redacción de Motorplus Tucumán