
Lando Norris pasó a integrar el grupo de 35 corredores que han alcanzado la corona mundial desde el nacimiento de la F-1. El británico cuenta con siete años de trayectoria en la “máxima”.
Norris nació en Bristol en 1999, hijo de padre británico y madre belga. Comenzó su carrera en el karting europeo, en el que rápidamente llamó la atención por su consistencia y su capacidad para competir al máximo nivel internacional, proclamándose campeón mundial en 2014. Esa progresión acelerada frente a rivales de alto calibre lo llevó a integrarse a destacadas academias de desarrollo.
Su debut en monoplazas ocurrió en 2015 en la MSA Fórmula (la actual Fórmula 4 británica), categoría en la que sus resultados impulsaron un ascenso meteórico. Para 2016 ya era una de las figuras jóvenes más prometedoras: ganó los campeonatos de Fórmula Renault 2.0 NEC y la Eurocup, y sumó rodaje en otras series europeas con autos más exigentes en lo técnico. En ese período, McLaren comenzó a seguirlo de cerca.
2017 marcó un punto de inflexión. Norris conquistó el título de la Fórmula 3 Europea, una plataforma clave para llegar a la élite del automovilismo. Ese rendimiento le abrió las puertas al programa de jóvenes talentos de McLaren y a sus primeras pruebas en Fórmula 1. En 2018 compitió en Fórmula 2, en la que terminó subcampeón y selló su ascenso a la F-1 con la escudería de Woking al año siguiente.
Fuera de las pistas, Norris se ha convertido en una figura carismática y muy popular, con millones de seguidores en redes sociales. Mantiene una relación con la actriz y modelo portuguesa Margarida Corceiro y proviene de una familia acomodada: su padre, Adam Norris, ingeniero mecánico y exitoso empresario del sector de pensiones, fundó Horatio Investments Ltd. y posee una fortuna estimada en 200 millones de libras, lo que lo ubica entre los 500 británicos más ricos.
Aunque suele mostrarse relajado y bromista, él mismo ha explicado que su actitud no refleja falta de concentración, sino una forma de distenderse antes de competir: “A veces parece que no estoy enfocado, pero es solo una broma. Paso muchísimo tiempo en la fábrica y con los ingenieros revisándolo todo”, expresó en una oportunidad.
Norris debutó en la Fórmula 1 en 2019 como compañero de Carlos Sainz, en un McLaren que por entonces estaba en proceso de reconstrucción. Con constancia y un crecimiento paralelo al rendimiento del auto, se consolidó como pieza clave del equipo y ayudó a la escudería a recuperar terreno frente al competitivo grupo medio.
Entre 2020 y 2023 acumuló numerosos podios, coincidiendo con la reorganización interna de McLaren y un progreso técnico sostenido, especialmente en aerodinámica. Para 2024 ya era uno de los pilotos más regulares de la parrilla y llegó a disputar el campeonato con Verstappen. Ese año resultó fundamental en la conquista del título de constructores, rompiendo el dominio de Red Bull y superando a Ferrari en Abu Dabi. McLaren cerró la temporada con 666 puntos, contra 652 de los italianos.
En 2025 alcanzó su consagración definitiva: obtuvo tanto el campeonato de pilotos como el de constructores, devolviéndole a McLaren una corona que no conseguía desde el título de Lewis Hamilton en 2008. Norris celebró siete victorias, sumó 11 podios más (siete segundos puestos y cuatro terceros) y, junto con Piastri, volvió a conformar una dupla altamente competitiva para el bicampeonato del equipo.


