El TC llegaba a Salta en noviembre de 1970 para cumplir una nueva fecha de su calendario, la que terminó siendo polémica por donde se la mire. Ya desde el vamos sólo contaba con 15 inscriptos, de los cuales llegaron 12 a Salta y sólo 11 largaron la prueba. Entre esos 11 estaban los tucumanos Bonifacio “Bony” Blasco (Peugeot 404) y Pedro “Pirincho” Parra (Fiat 1.500), que al final fueron tercero y cuarto. Mucho tuvo que ver la distancia y la situación económica.
A pesar de la poca cantidad de participantes, el público apoyó la carrera y se llegó a lo largo del camino para verla. Lo bueno para ellos fue que la calidad de los participantes aseguró un buen espectáculo.
Se usó un tramo de 52 kilómetros, entre Vaqueros y Perico del Carmen. Luis Rubén Di Palma (Liebre 1-Tornado), a pesar de algunos problemas de temperatura se impuso con la habilidad que lo caracterizaba, dejando segundo a Gastón Perkins (Liebre 1-Tornado).
Pero al final, lamentablemente y a pesar de las expectativas que presagiaban una fiesta, la prueba terminó empañada con una serie de hechos que culminaron con la desclasificación de Parra y de Blasco. Ello se vieron sorprendidos en su buena fe, y a pesar de que se habló mucho del tema, una vez terminada la carrera las cosas quedaron muy confusas.
La desclasificación había sido inobjetable: las máquinas de ambos estaban visiblemente fuera de reglamento. Lo inadmisible es que se las haya sellado y autorizado a largar sin ningún tipo de objeción. Los comentarios decían que, con menos de 10 autos, la carrera no se hacía. Se los admitió para aumentar el número de participantes y asegurar la realización. De todos modos, fuese así o no, lo cierto es que Eduardo Ferrari, comisario técnico, dio su visto bueno. César Malnatti (quinto al final) se encargó del resto: realizó una denuncia antipática pero lógica, fundamentada en el reglamento, algo que el comisario técnico no tuvo en cuenta, vaya a saberse por qué.
Lo más lamentable de todo fueron los gruesos insultos y acusaciones que los involucrados en el suceso (Malnatti, Ferrari, Parra y Blasco) se cruzaron al término de la prueba.
La desclasificación no empaño la brillante performance del los pilotos tucumanos, a pesar de de disponer de medios inferiores al resto. El accionar de ambos fue impecable en la montaña.
El hecho no los tenía como culpables directos. “Vinimos a correr porque era montaña y nos quedaba cerca, nada más. Nunca pensamos en arrimar como lo hicimos” dijo Parra. “Si nos decían que no podíamos correr, nos íbamos y listo. Pero claro, había pocos autos y entonces nos dejaron. Ahora que la carrera terminó nos vienen con eso. ¡No hay derecho!” se quejó Blasco.