Cuando “Tito” Matarrese puso en aprietos a un “tal” Recalde

“Tucumano veloz” expresaba en su título el informe de la revisa Automundo refiriéndose a Roberto “Tito” Matarrese, que en el Gran Premio Nacional de 1971 vivió una experiencia agridulce: concretó un gran trabajo durante prácticamente toda la competencia desarrollada en las sierras de Córdoba, pero por un problema mecánico en su coche no pudo plasmar esa tarea en un resultado final. Compitió con un Fiat 600 de la clase A, reservada para coches de hasta 800cc.

La carrera constaba de cuatro etapas, con más de 1.200 kilómetros de recorrido. Matarrese había ganado las tres primeras, con una importante ventaja sobre quien al final fue el ganador: un “tal” Jorge Raúl Recalde.   

Según la publicación, en la primera etapa, Matarrese confirmó sus antecedentes de “cuco” de la categoría, llevando a su Fiat 600 a ser el más veloz a un promedio de velocidad llamativo.

En la segunda, hubo otra gran demostración del tucumano. “No cabe duda de que Matarrese se constituye en el puntero más seguro de la carrera. Su Fiat 600 demuestra una entereza digna de encomio y una potencia que supera a la de sus rivales. Los cinco minutos que sacara en el tramo son testimonio elocuente. Tras él, Jorge Recalde, con un Fiat 600 que perteneciera a José Carlomagno, lucha por seguirle el ritmo”, escribió Automundo.

La crónica de la tercera etapa daba cuenta que, entre los pequeños, años luz separaban a Matarrese de los Citroën 3CV de Banner, Bagnis y Sundberg.

Y llegó la última etapa. “El espectacular Matarrese seguía sin enemigos. Pero si sus rivales automovilísticos no lo derrotaron, sí lo consiguió una bancada, esta se fundió y el tucumano quedó a la vera del camino……Con esta importante deserción terminó de definirse el panorama para Jorge Recalde; con otro Fiat 600, recogió lo que sembró Matarrese”, se pudo leer.

El Gran Premio Nacional concretó su Etapa 1 entre Tanti y Capilla del Monte (256,9 kilómetros); la 2 fue entre Capilla del Monte y Mina Clavero (363 kilómetros); la 3 entre Mina Clavero y Carlos Paz (295,8 kms.) Y la 4 entre Carlos Paz y Cosquín (288 kms.)

Este último dato no es menor. Marca con contundencia la durísima exigencia que representaban las carreras de hace algunos años.

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