Corren de noche, corren de día, siguen en pie

Luego de pasar algunas horas a la intemperie, y con el turbo de la Toyota SW4 roto, Ricardo Neme (acompañado por el puntano Ramiro Corvalán) llegó al vivac de Uyuni (Bolivia), a las 6.30 del domingo. 

Sólo hubo tiempo para estudiar cómo reparar la pieza dañada (esta etapa maratón que empezó en La Paz no contaba con asistencia externa) y ponerse otra vez en línea de largada, pues durante el día la dupla debe unir el tramo que va desde la localidad ya mencionada, con Tupiza. La salida al intrincado desafío que propone esta jornada estaba previsto para antes del mediodía. Pasadas las 14, había logrado marcar los tres primeros waypoint.

Se trata de un reto de casi 500 kilómetros cronometrados, con dunas de altura, frío y lluvia, y a más de 3.500 metros sobre el nivel mar. Un gran reto que habrá que enfrentar con calma, inteligencia y sin hacer esfuerzos físicos descomunales, pues pueden pagarse caro debido a la altitud.

En tanto, ya se conoce que la etapa 9, Tupiza-Salta, fue cancelada debido a factores climáticos, por lo que los vehículos de la caravana deberán unirlo en enlace.

(NOTICIA EN DESARROLLO)

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