Y la historia se repite. Nuevamente el apellido Mohamed está en lo más alto del karting tucumano, esta vez con Lucas (h) y con Selim, hijos de Lucas, que alguna vez -allá por finales de la década de los años 80- ya ganaba carreras de esta disciplina en nuestra provincia y en el NOA. A su vez, el hijo de “Lito” fue en su momento uno de los mejores kartistas a finales de los 70 y principios de los 80.
Lo dicho, la historia se repite…
Todo comenzó con “Lito” Mohamed, que corrió y preparó motos, y que después armó su propio kart para ser campeón y posteriormente su Fórmula 4. Un día llegó Lucas y entonces su papá fue su preparador para que haga su tremenda carrera dentro del automovilismo y no sólo en el tucumano, sino también nacional. En ese sentido, empezó ganando en el karting y luego lo siguió haciendo en los Fiat 128, el TC 1500, en los Fiat 600 y por último dio el salto y también ganó en el Turismo Nacional, que lo vio subcampeón argentino.
Hoy es el turno de Lucas (h) y Selim, y la pasión sigue intacta. Volvieron esos días en los que el taller de los Mohamed se cierra, pero adentro se sigue trabajando, “Lito” con su obsesión con los motores y Lucas manteniéndose en su socio de fierro. De nuevo es común llegarse al taller a altas horas de la noche y verlos a ellos allí, trabajando.
Otra vez el apellido Mohamed en lo más alto……
Y sí, se repite la historia…