
Está visto que la nueva avanzada de contagios de coronavirus empieza a tener efecto sobre las actividades que se programan en los deportes mecánicos. La postergación de la fecha del Argentino de rally, primero en Córdoba y después en Catamarca (por distintas normativas nacionales y provinciales), es una muestra de ello. También lo es la cancelación de la carrera del nacional de enduro en Rosario de la Frontera.
La lista suma programaciones canceladas, o pospuestas, semana a semana. Qué hacer, y cómo, es la pregunta que cobra fuerza. A esta altura de los hechos, con más de un año de una pandemia que cambió al mundo, hay que plantearse seriamente aquello de que hay que aprender a convivir con el virus. Lo dicen los especialistas en el mundo: se trata de algo que llegó para quedarse, con o sin vacuna. Entonces, hay que actuar en consecuencia.
¿Cómo? Haciendo lo que corresponde. Sin relajamientos, descréditos, oídos sordos. Haciéndonos los desentendidos, desechando las normativas, no se hace más que insultar a quienes luchan contra la enfermedad, a quienes la sufren o la sufrieron o a aquellos que perdieron a seres queridos.
En las últimas semanas se han visto escenas increíbles, con grupos sin respetar distancias ni usar barbijos (incluso corredores), gente dispuesta a la vera del camino viendo pasar autos (cuando no es posible presencia de de público), o en reuniones y encuentros informales en lugares cerrados y sin ningún tipo de cuidado.
Ya no se trata de creer o no en la enfermedad. Se trata de que personas muy cercanas, queridas, imprescindibles, nos están dejando. Se trata de personas que se ven afectadas. Se trata de que hagamos lo que tenemos que hacer. No vivimos solos, formamos parte de una comunidad. Hay que entenderlo, antes de que sea demasiado tarde.
Sin salud, todo se complica. Y en lo que nos ocupa, sin protocolos que se respeten poniendo en peligro a la salud, será difícil que haya carreras. Puede fallar el clima, puede haber problemas económicos. Pero sin salud, todo lo demás queda en segundo plano.